La pena es máxima. La Calera pierde ante Atlético Mineiro y es eliminado en la Copa Sudamericana. Estuvo a un paso de seguir escribiendo una inédita historia internacional que alcanzó a tener dos capítulos. O a doce pasos. A una definición por penales en la que careció de jerarquía para correr mejor suerte. Perdió sus tres lanzamientos. Fallaron Bou, Leyton y Larrondo. En Atlético Mineiro acertaron Fabio Santos, Luan y Leo Silva. Suficiente para celebrar y para derribar la ilusión de los rojos.
Los cementeros llegaron a Belo Horizonte con una ventaja exigua, pero que inicialmente administraron con madurez. El 1-0 en la ida le permitía cierta tranquilidad a la escuadra de Francisco Meneghini. La responsabilidad estaba en los pies del dueño de casa, que solo en pasajes de la primera etapa ejerció la presión que parecía presumible desde el comienzo.
Fue en ese momento en que se erigió la figura del arquero Augusto Batalla._El ex golero de River Plate evitó en un par de ocasiones consecutivas la caída de su arco, frente a Luan y Ricardo Oliveira, antes de los 15' minutos de juego. El primero fue el volante más movedizo del anfitrión.
Ese fue, en rigor, el momento de mayor sobresalto para la escuadra de la Quinta Región. Porque, luego de superados esos apremios, la escuadra roja comenzó a asentarse , a ganar confianza a y a entender que cederle completamente el campo de juego al dueño de casa sería una irresistible invitación a vapulearlos.
La Calera también se dio maña para llegar al arco de los brasileños. Esporádicamente, por cierto. Un disparo elevado de Walter Bou y un cabezazo de Christian Vilches fueron las principales alertas de una escuadra cuya preocupación partió siendo defender la diferencia que había conseguido en su feudo. Una tarea que, con el aval de Batalla, lograron sacar adelante, al menos en la primera parte del juego.
Los ingresos de Chará y Alerrandro supusieron una señal de mayor intensidad ofensiva, que el equipo cementero resistió, por momentos, con algunos apuros y siempre con el aval de la solidez de Batalla.
Una volea de Walter Bou en los 57' fue uno de los tímidos intentos de la escuadra calerana.
Rodrigo Santana se jugó la última carta para sorprender a Meneghini: el ingreso de Maicon en lugar un opaco Juan Cazares. Meneghini, en cambio, siguió apegado al libreto inicial, basado en un orden que sus pupilos nunca perdieron, más allá de que por momentos resignaran la opción de asediar el arco de Victor.
El plan le resultó. De hecho, después de un contraataque que Larrondo no logró capitalizar, Mineiro respondió con otra carga que, en los 70' definió Alerrandro, uno de los hombres que Santana había incluido para cambiarle el curso al juego. La misión se ponía aún más compleja para La Calera, que resistió y que, seis minutos del final, generó una de sus pocas aproximaciones. Larrondo se las ingenió para llegar al arco brasileño, pero elevó el remate. Ya sin piernas para intentar la hazaña, La Calera cerró el partido y apostó por los penales. Y lo perdió todo.