El deseo de ver a su hija y su pareja traicionó al prófugo Luis Núñez (40). Pasa en las películas y pasa en la vida real. Dos viajes y un tercero que estaba programado, terminaron por confirmar las sospechas de la policía, que buscó al exdelantero de la UC durante 481 días. Después de tanto tiempo escapando de las autoridades, Lucho Pato cayó de la manera más obvia. Ahora deberá defenderse en Chile de la acusación de homicidio en su contra, en calidad de coautor.

"Estaba angustiado. Me decía que quería que todo esto se terminara luego, que se apurara la investigación". Así de acorralado, según relata a La Tercera su abogado Juan Hernández, se sentía Núñez en Bolivia. Pero la fuga acabó ayer, en Cochabamba, cuando una operación de la policía boliviana junto a la PDI chilena dio con su paradero. Se encontraba en Cochabamba junto a su pareja.

Entre agosto y septiembre del año pasado, el Ministerio Público y la Biro Sur de la PDI empezaron a obtener información de que había salido del país por un paso irregular. El fiscal Rodrigo Chinchón pidió al 12º Juzgado de Garantía de Santiago la realización de una serie de medidas intrusivas, entre ellas, vigilancia, seguimientos e intervenciones telefónicas a familiares del exjugador y de su pareja.

La familia del futbolista viajaba habitualmente en avión hacia Iquique y desde ahí cruzaba en bus hacia Bolivia. La policía altiplánica, además, encontró que la hija estaba inscrita en un colegio de Cochabamba. Con Núñez cercado, su detención se produjo a las 4.30 (hora chilena) en el sector de Pacata. Estaba con un carnet de identidad falso y había ingresado irregularmente al país. Bolivia despachó una resolución de expulsión administrativa contra el excruzado y lo trasladó anoche mismo, donde fue entregado a la PDI en la frontera con Chile.

Según explicó Darío Sanhueza, vocero de la Fiscalía Sur, la audiencia de control de detención a Lucho Pato tendrá lugar en Iquique y de ahí será trasladado antes de las 72 horas a Santiago para ser formalizado. "No es una extradición. Se pedirán medidas cautelares, las de mayor intensidad, para que permanezca privado durante la investigación y posteriormente se desarrolle un juicio oral en el que el ministerio público pedirá penas en concreto", explicó.

481 días duró la fuga de Lucho Pato. Se le buscaba desde que en una rutinaria ronda de Carabineros por la calle Francisco de Zárate, en la población La Legua, su futuro volvió a entramparse. Aquella noche, 10 de octubre de 2018, los uniformados terminaron atendiendo a dos heridos de bala en el interior de una casa. Uno de ellos era Juan Abraham Pinto Vásquez, quien falleció horas después en el hospital Barros Luco producto de un disparo en la cabeza. El otro, Mario Enrique Albornoz Bustamante, sobrevivió, aunque con el fémur destrozado, tras recibir un impacto en la pierna izquierda. Y así, en estado grave, fue capaz de identificar a sus agresores: Andrés Alejandro Vergara Baeza y Luis Patricio Núñez Blanco.

Fue ese el día en que las sombras volvieron a posarse en el destino del artillero, que un año antes había salido de prisión, tras pasar cuatro años y 64 días por financiar una banda de narcotráfico y por porte ilegal de armas.

El 11 de octubre de 2018, el fiscal Marcelo Apablaza solicitó la detención de los imputados. La jueza Carolina Gajardo, del 12º Juzgado de Garantía de Santiago, dio curso a la petición y extendió la orden a la Brigada de Homicidios. El delantero se negó a presentarse a la Justicia, temiendo volver otra vez a la cárcel.

La defensa pidió audiencia, pese a la orden de captura en su contra, asegurando la inocencia del ex UC. "El testigo que queda herido asegura que Luis estaba presente, pero que nunca disparó. Que su acompañante efectuó los disparos", expuso su defensor durante este proceso, en el que el futbolista se mostró dispuesto a entregarse, pero con condiciones.

A casi 10 meses de aquel episodio, el abogado relata cómo estaba su cliente en Bolivia: "Él no me manifestó que sentía que estaban cerca de capturarlo, pero sí tenía presente que lo estaban siguiendo porque le pincharon teléfonos a su familia. A ellos los siguieron, también a su mujer. Él lo sabía y era lógico", indicó.

Hoy se contactó con la mujer del ex Magallanes y Deportes Concepción, quien le confirmó la noticia. "Me comentó que eran policías chilenos, lo que ya es extraño porque Luis no tiene una orden de detención internacional", explica. "El ministerio público estima que todo el procedimiento ha sido absolutamente regular y ceñido a la ley chilena y boliviana", replicó el vocero de la Fiscalía Sur, quien dice que existía una información conjunta de la policía chilena y boliviana pero no una orden de captura internacional.

El futuro de Lucho Pato nuevamente lo llevará a la reclusión por la orden de detención pendiente que tenía. La Justicia determinará si es o no culpable. 481 días duró su fuga.