La charla entre Nicolás Córdova y Almirón que selló el regreso a Colo Colo de Lucas Cepeda, el nuevo héroe de la Roja
Frente a Venezuela, el porteño convirtió dos goles que le devolvieron la vida a Chile en la búsqueda por un cupo en el Mundial. El delantero de albo consolida el notable crecimiento que ha experimentado en un año en que se convirtió en el regalón de Arturo Vidal y adoptó una decisión clave para su explosión.
En poco menos de un año, la vida le cambió radicalmente a Lucas Cepeda. Hoy, al menos, ningún hincha del fútbol chileno puede dejar de hablar del porteño. El motivo está más que claro: con el doblete que le marcó a Venezuela, consiguió varias cosas. Por un lado, confirmó los notables progresos que ha experimentado desde que dejó Santiago Wanderers para terminar transformándose en una figura relevante en la también brillante temporada de Colo Colo. Y, por otro, en lo que más les interesa a los hinchas de la Roja, marcó un doblete frente a Venezuela que le devuelve la vida al combinado nacional en la lucha por un cupo en el Mundial que organizarán México, Estados Unidos y Canadá en 2026 y, por cierto, a un Ricardo Gareca que llegaba al encuentro ante los llaneros en serio riesgo de perder el puesto. De hecho, la victoria sobre la Vinotinto era una obligación para el estratega después del ultimátum que había recibido tras la derrota frente a Colombia: obtener cuatro puntos en esta doble fecha. Ya había sumado uno en Lima, frente a Perú.
El zurdo ha tenido una temporada de ensueño. Que partió señalándolo como una suerte de amuleto para Colo Colo. A Macul volvió en busca de una revancha. Había estado ahí hasta los 12 años. “Vamos con todo”, anunció. Y cumplió. En la Copa Libertadores, marcó goles clave, como ante Cerro Porteño y Junior de Barranquilla. De hecho, adquirió una llamativa especialidad: definir los partidos con sus anotaciones postreras. Ese síntoma ya era suficientemente claro respecto de que el calendario le deparaba emociones especiales. Como la de este martes en Ñuñoa.
El hallazgo de Almirón
En enero, la vida de Cepeda comenzó a cambiar. Por esos días, el entonces delantero caturro fue citado por Nicolás Córdova al Preolímpico Sub 23 que se disputó en Venezuela, en el que se definirían a los clasificados sudamericanos para los Juegos Olímpicos de París. El equipo nacional fracasó en el intento, pero Cepeda fue detectado por un radar que, hasta ahí, no lo tenía entre sus objetivos: el de Jorge Almirón.
Los acercamientos habían comenzado un poco antes del evento continental, cuando Cepeda fue ofrecido a los albos, quienes le encargaron a un analista que lo siguiera en el torneo. También estuvo la posibilidad de que llegara a la U, pero primó la condición de colocolino del zurdo. Una sola duda rodeó el traspaso: Almirón buscaba un extremo por la izquierda y en el torneo Córdova lo había ocupado como lateral por esa franja. Bastó la explicación del seleccionador en el sentido de que había actuado por necesidad para disipar la aprensión. El zurdo jugó 242 minutos en tres partidos, todos como titular. En dos ocasiones fue sustituido. No marcó.
El paso clave
El carrilero está decidido a dar el salto de calidad para convertirse en un jugador de elite. En tal sentido, en el segundo semestre adoptó una decisión clave: comenzó a trabajar con Juan Ramírez, el preparador físico que también guía a Arturo Vidal, su principal influencia. “No necesariamente trabaja con Arturo. Se han topado un par de veces, sí. Es una iniciativa propia de Lucas”, precisa el PF.
El profesional, de nutrida trayectoria en el fútbol chileno, explica la tarea que realiza con el exwanderino a El Deportivo. “La idea con Lucas tiene relación con apoyar de manera complementaria lo que hace en su club. Está haciendo un trabajo enfocado en aumentar su recorrido en alta intensidad durante los partidos. Reviso sus registros, la carga de partidos, y con eso realizamos un protocolo que nos permite aumentar el volumen en sus trayectos en zona alta. El objetivo es que recorra más distancia en alta intensidad. Esos datos los entrega el GPS. En eso hemos trabajado en estos meses”, detalla.
El enfoque no es casual. “En Chile, hay futbolistas que trabajan lo preventivo o la fuerza. Yo, que veo datos, creo que en Chile tenemos un serio problema en los volúmenes en alta intensidad. En las categorías juveniles se corre poco. En adultos se corre bastante, pero a baja intensidad. Muy poco sobre los 20 km/h. Es muy poco el trayecto en esos volúmenes”, explica. El parámetro es uno de los que se considera propio de la alta competencia.
Desde el punto de vista científico, al margen de las evidentes señales futbolísticas, la conclusión es clara. “Los ha mejorado. Voy viendo los datos y fue mejorando recorridos a alta intensidad. Esto ha sido junto con el trabajo que ha hecho el profe Altieri (José, el PF de Colo Colo), que es espectacular”, recalca.
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