En Universidad de Chile asumen que a mitad de temporada deberán buscar refuerzos. Los laicos, que vienen de caer frente a Universidad Católica, por 1-2, en San Carlos de Apoquindo, aprovecharán la ventana que se abrirá en los meses entrantes para potenciar diferentes zonas del campo de juego que hoy asoman como sus grandes debilidades.

La defensa, por ahora, es uno de los grandes dolores de cabeza de Santiago Escobar. Ignacio Tapia, el defensor que llegó desde Huachipato y José María Carrasco, el boliviano que sumó pocos minutos la temporada pasada, por una rebelde lesión, no han logrado afirmar la última línea del equipo laico. La irregularidad de ambos ha provocado que Bastián Tapia, el juvenil de 19 años, sumase un protagonismo inesperado. Ante Colo Colo, por ejemplo, el defensor formado en La Cisterna fue titular en Macul, dejando a Carrasco en el banco de suplentes.

El arribo de José María Carrasco, sin embargo, generó dudas desde el inicio. Su poca continuidad durante la temporada 2021 y el cupo de extranjero que utiliza fueron materia de discusión al momento de contratarlo. La insistencia por contratarlo de Luis Roggiero, el gerente deportivo, llevó a Azul Azul a cerrar su traspaso por una temporada. En el vínculo entre ambas partes, no obstante, la dirigencia se cubrió y puso una cláusula que le permite a los laicos, o al propio futbolista, poner fin a la relación en caso que una de las partes no esté conforme. Se debe pagar una rescisión de contrato muy baja, según la información recabada por El Deportivo.

Lo cierto es que la continuidad del defensor está en evaluación. En el clásico ante Universidad Católica, el boliviano cometió un grave error que le permitió a los cruzados ponerse 2-0. Quiso tocarle el balón a Galíndez, pero su pase fue muy corto y favoreció para que Gonzalo Tapia batiera al seleccionado ecuatoriano. Las críticas lo apuntaron. Su rendimiento ha sido discreto durante los juegos que ha disputado con la camiseta azul.

En conferencia de prensa, hace unas semanas, Carrasco asumía las críticas. “Con respecto a las críticas, trato de enfocarme en lo mío, en seguir mejorando, en crecer en lo personal y futbolístico, para ser un aporte en la U”, decía. “Partido a partido me voy sintiendo mejor. Tengo la confianza del técnico, de mis compañeros, de toda la dirigencia, no solo yo, también mis compañeros”.

Escobar, por su parte, no ha escondido su preocupación por los problemas de la defensa. “Estamos en ese proceso de construcción, donde seguramente de atrás hacia adelante necesitamos ajustar detalles. Estamos recibiendo mucho gol, eso es claro, con mayor equilibrio nos sentiremos mejor”, dijo unas fechas atrás.

José María Carrasco busca levantar su nivel. Su contrato, y el tiempo, aparecen como uno de los factores que amenazan su continuidad en el equipo que entrena en La Cisterna.

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