Luciano Cabral es el gran protagonista de una ventana de mercado que ni siquiera se abre. La generalidad es que los clubes chilenos podrán utilizar tres cupos para reforzarse antes del inicio de la segunda rueda, aunque hay otras consideraciones que incluso pueden aumentar la cifra. El rendimiento que ha mostrado el mendocino lo sitúa en la mira de todos.

En las últimas horas, hubo una señal que pareció concreta. Everton, a través del grupo Pachuca, apareció como el interesado más fuerte en llevarse al mediocampista, responsable en buena parte del rendimiento que tiene encaramado a Coquimbo Unido entre los animadores del Campeonato Nacional. Los viñamarinos, con el potente aval azteca, se cruzarían de esta forma en el camino de Colo Colo, donde el volante genera un alto interés, al menos a nivel directivo. Es, de hecho, la principal debilidad del presidente de Blanco y Negro, Aníbal Mosa, para reforzar al Cacique. El técnico Jorge Almirón, aunque tiene otras prioridades, también le abrió la puerta.

La cláusula

En el norte le ponen freno a cualquier operación. En principio, porque a Cabral le resta al menos un semestre en el club, al menos de acuerdo al contrato que suscribió a su llegada. Más aún, la entidad aurinegra, a la que derechamente se le abrió el apetito con la posibilidad de disputar el título, ya puso en conocimiento del jugador y de su entorno la aspiración de extender la relación, naturalmente, adecuando los beneficios económicos que recibe el mediocampista a su estelar condición actual. No sería el primer esfuerzo que los piratas realizarían en ese sentido, pues ya en la medida en que el jugador fue alcanzando notoriedad, en función de su notable rendimiento, se fueron introduciendo mejoras en sus condiciones salariales, precisamente con la finalidad de mantenerle tranquilo frente a la irrupción de interesados.

Cabral, en el partido ante Sportivo Luqueño, por la Copa Sudamericana (Foto: Photosport)

“Hay dos cosas: el contrato de Luciano Cabral dice que, en el caso de que exista un interesado, debemos recibir una oferta y aceptarla. Establece monto, forma de pago y especifica que no puede ir en contra de los intereses de Coquimbo Unido”, sostiene Pablo Ramírez, gerente del club aurinegro, a El Deportivo, en una postura que ha repetido insistentemente desde que surgió el interés por el jugador. La última consideración es interpretable. En Coquimbo le asignan, precisamente, el sentido de que transferir al jugador a un club chileno afectaría sus pretensiones deportivas.

El otro factor clave es el económico. Un potencial interesado en Cabral debe abonarle a Coquimbo Unido una cifra que bordea los US$ 500 mil, también contemplada en la cláusula de salida. De igual forma, para que el acápite monetario opere, debe existir la aprobación del club pirata para la operación. En otras palabras, no es automática.

Finalmente, hay otra consideración: en Coquimbo acordaron que una eventual operación relacionada con Cabral solo se producirá directamente entre clubes. Es decir, no se le transferirá a grupos económicos sin saber el destino final del jugador.

Ejecución

Los nortinos han procurado despejar todas las dudas posibles. “Además, de eso, tuve una reunión formal con Nicolás Puppo (el agente del jugador) para aclarar zonas grises. Acordamos que el lunes termina el plazo para ejecutar la cláusula de salida. Y que tiene que ser un club extranjero. Conozco a Puppo y si hubiera alguna novedad, me debería llamar”, sostiene Ramírez.

Y agrega que, en el marco de una actividad en la ANFP coincidió con autoridades del club viñamarino, sin que recibiera planteamiento alguno acerca de Cabral. “Ayer estuve con el presidente de Everton y no me comentó nada”, especifica el ejecutivo. La misma lógica aplica frente a todas las versiones relacionadas con el futuro del jugador.

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