De sorpresa cayó Jorge Valdivia en la sala de prensa de Colo Colo. Sorpresa porque hace rato que los jugadores importantes del equipo, salvo Pablo Mouche, andan escapando de los micrófonos. El Mago, después de negar lo obvio ("acá no hay cabrones, sí respeto por la jerarquía"), alabó oblicuamente a Mario Salas, pero le lanzó una bomba no muy disimulada "Si no ganamos la Copa Chile o el torneo nacional, claro que es un fracaso". En fin, lo del Mago corrió por las vías habituales: desafiante, provocativo y sin una pizca de autocrítica. No lo vamos a descubrir ahora. El bocado ideal para el hincha duro, el mandril y el menos mandril.

Lo que sí me quedó dando vueltas, porque atañe a un medio donde yo trabajo, Radio ADN, fue el mano a mano con el reportero Cristián Ávila Soto, quien cubre habitualmente a Colo Colo. Valdivia, reclamó porque Ávila no le pidió perdón por haber dicho que él le había hecho bullying a Juan Carlos Gaete en el fallido paso del delantero de Cobresal por Pedreros hace ocho meses. Y fue tajante en esto, exigía disculpas por un bullying que supuestamente no fue.

Oiga Jorge, ya que anda tan necesitado de que se disculpen con usted, es bueno meterse en el archivo. Como dijo Marcelo Bielsa, todos tenemos cadáveres colgados en el clóset. Por ejemplo, cierta mucama de un hotel en Puerto Ordaz a la que usted insultó, humilló, acosó y le restregó un jamón en la cara. En la pasada podría disculparse también con Nelson Acosta, al que le hizo pelota la selección esa vez.

Hablemos de Claudio Borghi. ¿Se acuerda de esa vez que llegó baleado a Pinto Durán después de una larga y regada noche? Total, apenas había que jugar con Uruguay en Montevideo. Pero no se conformó con eso, tiempo después volvió a llegar en "estado no adecuado" a Pinto Durán, pero esta vez arrastró a varios compañeros provocando, otra vez, el descalabro en la selección. ¿Le pidió disculpas a Borghi alguna vez? Al contrario, el que se enojó fue usted. Como postdata le agrego una disculpa a su compañero de profesión Luis Jiménez, al que le insultó su mujer de arriba abajo en Instagram y después dijo que lo habían hackeado. Claro, cómo no.

Valdivia, usted gana, acá viene lo que tan sentidamente exige: perdón por decir que usted le hizo bullying a Juan Carlos Gaete. Listo. Ahora es su turno… con Nelson Acosta, lamentablemente, es demasiado tarde para eso. Tiene alzheimer y vive retirado en el campo. Eso ya no se puede arreglar.

Una cosa más: esta temporada usted tiene apenas 614 minutos jugados entre el torneo oficial, la Copa Chile y la Sudamericana. Mientras, Colo Colo está a nueve puntos de Católica y quedan solo 14 fechas. Entonces, el equipo necesita que juegue seguido, no un par de partidos y desaparezca cuatro meses. Es el momento de ponerse los cortos, agarrar la pelota y dejar de hacerse la Paloma San Basilio y andar "demasiado herida" porque una vez dijeron que hizo bullying. Es verdad, no había material en su prontuario para hacer semejante aseveración.