La columna de Guarello: Y ahora ¿qué?
"Hay que dar un golpe de timón. No esta temporada, ya no tiene sentido, pero deben sentarse en el directorio con José María Buljubasich y hacer el análisis correcto y descarnado. Ojo, que ni siquiera mencioné el tema de los representantes, o el representante, y su peso en la institución. Es tema para otro debate".
Golazo de Fernando Zampedri para lograr el empate contra O’Higgins. Buen desborde de José Pedro Fuenzalida y el centrodelantero argentino que le da de primera, clavándola en el ángulo de Alexis Martín Arias. Ariel Holan salva los muebles en la noche del jueves, pero no más que eso. Universidad Católica repta anodina en el décimo lugar, los hinchas aplauden al equipo haciendo simbiosis con el cierre del estadio por la remodelación, el Chapa se retira en tres o cuatro meses, el pentacampeonato es una utopía ya descartada. Todo huele a despedida en el cuadro cruzado.
¿Qué pasó que a falta de nueve partidos Católica no sólo se bajó de la pelea por el campeonato, sino que parece con la cabeza puesta en cualquier lado? Después de pifiarle mal a los refuerzos a comienzo de temporada, no puede ser que no rindan cuatro de cuatro, las enmiendas de la primera rueda todavía no alcanzan a mover la aguja. Mauricio Isla muestra su capacidad cuando se proyecta en ataque, genera, pero le ganan mucho las espaldas y por ese sector cayó, por ejemplo, el primer gol de O’Higgins; Daniel González llegó, sintió el peso de la camiseta, se lesionó y salió del equipo; Matías Dituro bien, qué duda, pero ya estaba Sebastián Pérez ¿Necesitaba otro arquero el equipo?; hay que esperar a César Pinares, pero lo que haga esta temporada ya no va a alcanzar.
Mientras, por decisiones “técnicas”, se deshacen de Bruno Barticciotto y venden a Diego Valencia y Marcelino Núñez, despotenciando notablemente el ataque. Como ha sido la tónica en el último año, Fabián Orellana está lesionado y mirando el partido desde la tribuna. Es casi una nota de color. En silencio, Felipe Gutiérrez se fue apenas tuvo oportunidad.
Hay un modelo en la Universidad Católica que entró en crisis. Una cosa es ser muy vivo a la hora de traer refuerzos del extranjero y no gastar lo que no se tiene, pero otra es terminar contratando sin motivos claros ¿A Nehuén Paz cuántos partidos lo vieron jugar? ¿Qué otro análisis “técnico” hubo aparte de ser recomendado por Gary Medel? Lo de Lucas Melano todavía no se entiende. El fútbol argentino se ve acá, casi todos los partidos, y a Melano lo conocíamos: afantasmado, poco penetrante, capacidad goleadora inexistente. Y lo traen. Yamil Asad parecía interesante por lo que hizo en la MLS, pero ya tenía antecedentes de problemas fuera de la cancha. Es un deber de la gerencia técnica saberlo y ponderarlo.
Un par de líneas para Bruno Barticciotto ¿En serio un delantero que maneja los dos perfiles, juega en los tres puestos de ataque, tiene potencia y gol, no cabía en el plantel? Además, hombre formado en la casa. Si a Diego Valencia lo iban a vender apenas cayera la oferta ¿Por qué dejaron ir a Barticciotto? No tiene lógica.
Queda pelear por la Copa Chile y ser el Chile cuatro en la Libertadores. También arrimarse a un puesto de Sudamericana en esa frontera móvil que es el séptimo lugar. Muy poquito para el plantel y la historia que tiene Universidad Católica. El toque que le dio Everton con un hombre menos (y un gol mal anulado) fue un aviso más: hay que dar un golpe de timón. No esta temporada, ya no tiene sentido, pero deben sentarse en el directorio con José María Buljubasich y hacer el análisis correcto y descarnado. Ojo, que ni siquiera mencioné el tema de los representantes, o el representante, y su peso en la institución. Es tema para otro debate.
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