La eliminación en el singles de París 2024 vuelve a evidenciar los problemas físicos de Nicolás Jarry. Lejos de ser una lesión muscular, las complicaciones del chileno son producto de algo más complejo, una inflamación de un nervio que le sigue afectando casi un mes después de que llegó a su cuerpo.
Se trata de una neuronitis vestibular, complicación de salud que se define como: “Un trastorno caracterizado por una crisis de vértigo brusca e intensa (falsa sensación de movimiento o de rotación), causado por la inflamación del nervio vestibular, la rama del 8º nervio craneal que contribuye a controlar el equilibrio”.
La primera vez que Jarry habló de este problema fue después de Roland Garros. Ahora, a casi dos meses de aquello todo sigue latente. Así lo confirmó el propio jugador al caer en el singles de los Juegos Olímpicos de París: “Es una tremenda experiencia estar acá, en unos Juegos Olímpicos… y perder en primera ronda, no estar bien (de salud), es duro… Sé que saldré más fuerte de esta”, lanzó de entrada a Clay.
En esa misma conversación explicó con más detalle qué es lo que siente al jugar y cómo ve su recuperación. “No se ve la pelota, me desbalanceo en los contraataques. Veo más rápido la pelota y no logro enfocarla bien. El oído está en un 55% en sus funciones. El cerebro está haciendo su trabajo al compensar y en crear estímulos para adaptarse. Ahí estoy en un 80%. Queda un poco para recuperar, me estoy acercando a mi cien”, añadió.
Una situación compleja para el tenista, sobre todo si se piensa que desde que empezó a sufrir los problemas de vértigo ha puesto todo su esfuerzo en la recuperación. Se bajó de Queen’s, Gstaad y Kitzbühel por lo mismo.
La doctora Constanza Beltrán, otorrinolaringóloga e integrante del Centro de Oído de Clínica Universidad de los Andes, conversó con El Deportivo sobre los problemas del chileno. “Si partes con un tratamiento precoz, le das corticoides en forma temprana y empiezas los ejercicios de rehabilitación tres veces a la semana, podrías volver a las dos semanas. Lo que pasa es que van a haber movimientos que le van a costar. La primera fase la va a lograr hacer antes de las cuatro semanas, pero sobre todo las miradas laterales van a tomar un poco más de tiempo, porque eso es lo último que se recupera”, explicó.
Ahí, también contó una de las particularidades más grandes de esta condición. Pese a los estudios y al avance de la ciencia, aún no se prueba comprobar por qué se produce. “La literatura y los trabajos no han podido demostrar qué es claramente lo que la origina. Lo que se cree es que esta inflamación es de origen viral. Es decir, es un paciente que tiene una infección respiratoria alta y secundariamente se inflamaba el nervio provocando estas manifestaciones”, señaló.