Hay entrenadores que pretenden controlarlo todo. Desde los mínimos detalles futbolísticos hasta los que tienen que ver con la vida privada de sus jugadores. A Josep Guardiola hay que inscribirlo en esa categoría. El actual técnico del Manchester City es un detallista. Y en ese contexto es que se explica la tensa relación que mantuvo con uno de los jugadores que, más tarde, se transformaría en uno de los pilares de su principal obra en el fútbol: el Barcelona.

El defensor revela, muchos años después, una particularidad de su relación con el estratega. “Llegamos a un punto de tensión con él importante, y del vestuario en general. La rivalidad con José Mourinho desgastó mucho. Pep quería un absoluto control de todo lo que pasaba. Yo empiezo a salir con Shakira y la relación con él cambia; ahora la relación es perfecta. Tenía mucha presión. Sentía que en los entrenamientos lo tenía que hacer todo perfecto. Si ha habido algún momento en el que me he planteado irme del Barça fue aquella temporada”, declaró en el programa La Sotana.

“Salía más que el sol”

Piqué reconoció los excesos que cometió en el inicio de su carrera. “Si en el año del debut, que salía más que el sol, me dicen que a los 34 años seguiría jugando en el Barça, no habría dado un duro... si la gente supiera un cinco por ciento de lo que hice en ese primer año, me habrían dicho de todo”, expresó.

El zaguero central también analizó el actual momento del club azulgrana. “Todos tenemos nuestra parte culpa, pero es cierto que el club no ha ido hacia donde deseamos todos los culés. Ahora estoy esperanzado e ilusionado. Los próximos cinco o diez años serán muy buenos para el Barça”, sentenció.

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