Este sábado Buenos Aires se vistió de gala para recibir la final de la Copa Libertadores. El Atlético Mineiro de Eduardo Vargas se midió contra Botafogo en el estadio Monumental de River Plate y fueron los de Río de Janeiro los que terminaron levantando el trofeo tras imponerse por 3-1.

El delantero nacional fue uno de los protagonistas. Después de que el Fogão se pusiera 2-0 arriba en el marcador, a pesar de tener un jugador menos por una expulsión antes del minuto de juego, el ex Universidad de Chile ingresó para darle esperanzas al Mineiro.

En los 47′, tras un saque de esquina enviado por Hulk, el chileno apareció en el centro del área para vencer la resistencia del portero rival con un potente cabezazo. Esto le dio un nuevo impulso al Mineiro que tuvo en Vargas nuevas oportunidades para marcar, pero sin éxito antes de que Junior Santos en los 90+7 sepultara toda chance de remontada.

Con todo esto, la prensa brasileña tuvo una contradictoria manera de evaluar a Vargas en la final. Globoesporte comentó que “le dio al Atlético un cariz diferente en la segunda parte. Molestó la defensa del Botafogo, marcó un gol y fue el mejor de Galo en el campo”.

Sin embargo, no pasaron por alto las chances que falló y que pudieron significar la igualdad. “Tuvo una oportunidad clara al final, pero la desperdició”, remataron.

Premio de consuelo

Pese a la desazón tras haber perdido el máximo trofeo de Sudamérica, Turboman se quedó con una cuota positiva en medio de los lamentos. Con su tanto, entró de lleno en una histórica lista de privilegio en relación a los anotadores en instancias decisivas de torneos Conmebol.

El gol de Eduardo Vargas en la final de la Copa Libertadores significó algo más que un descuento pasajero, al menos en los libros de historia del fútbol sudamericano. Y es que aunque su conversión solo maquilló la caída del cuadro de Belo Horizonte ante su rival de Río de Janeiro, el delantero de la Roja obtuvo reconocimiento en un particular listado.

Con el tanto registrado en el estadio Monumental de Buenos Aires, el delantero se matriculó como el cuarto jugador de la historia en convertir en las finales de los dos torneos de máxima relevancia en el continente: sumado a la anotación de esta jornada, el ariete posee otras tres cifras cuando vistió la camiseta de Universidad de Chile, en los partidos de ida y vuelta de la final de la Copa Sudamericana 2011, ante Liga de Quito.

En dicho certamen, en el que obtuvo la corona con el cuadro estudiantil de manera invicta, el atacante surgido en la cantera de Cobreloa saltó al estrellato al convertir un total de 11 goles, la máxima cantidad individual registrada en una sola edición. En el desglose, destacan los goles frente a clubes de relevancia continental como Nacional de Uruguay, Flamengo, Vasco Da Gama y el mencionado elenco de la capital ecuatoriana.