Felipe Tapia al fin respira tranquilo. El nadador, representante de Chile en los 1.500 metros estilo libre en Río 2016 y suspendido provisionalmente desde el año pasado por una muestra antidopaje adversa, recibió la noticia que probablemente más esperó durante toda su carrera deportiva: la contramuestra no pudo comprobar la sustancia prohibida, es decir, es inocente de dopaje.

La noticia llegó a casi un año de juicios. El 23 de junio de 2017 se le realizó un control durante un campeonato nacional, el que tras un análisis realizado el 27 de noviembre en el laboratorio de París dio positivo por  presencia de Androstenediona (4-androsten-3,6,17 triona), una conocida hormona esteroide que permite la producción de testosterona.

El viernes, tras revisar su muestra B en el laboratorio de Barcelona, finalmente no se pudo encontrar la sustancia por la que se le acusaba de dopaje. Ahora, Tapia vuelve a competir sin problemas, aunque tras un año durísimo, en el que debió alejarse del deporte.