La Copa de la burbuja: vuelve la Libertadores seis meses después

Después de seis largos meses, en los cuales Sudamérica se transformó paulatinamente en el epicentro de la pandemia del coronavirus, se reanuda la Copa Libertadores, el torneo de clubes más importante del continente. Idas y venidas tuvo el proceso hasta concretar el retorno, por las dificultades logísticas y sanitarias presentadas en los países de la Conmebol, de distintas realidades conviviendo con el COVID-19. Incluso se barajó la opción de replicar el modelo de la Champions y concentrando todo en una sede única, pero esto finalmente se desechó. Chile aprobó el protocolo sanitario de la confederación y tanto la UC como Colo Colo podrán ser locales en el país.

Tanto para la Libertadores como en la Copa Sudamericana se implementará una concentración o burbuja sanitaria, que implica diversas obligaciones para las delegaciones. El protocolo indica que todos los integrantes del equipo que viajen deben realizarse el examen de PCR antes de embarcar y deben dar negativo para subirse al avión. En el país de destino, podrán estar máximo 72 horas y no estarán obligados a cumplir la cuarentena de 14 días. “Llegan al país y del aeropuerto van directamente al hotel. Eventualmente pueden tener algún entrenamiento pero, más allá de eso, del hotel solamente salen para el partido. Es un grupo mucho más controlado que cualquier otra parte de la población de los países”, manifestó Fred Nantes, director de competiciones de la Conmebol.

Está prohibido el intercambio de camisetas o cualquier otro artículo del uniforme entre compañeros o rivales. Tampoco los capitanes cambiarán banderines y los ocupantes de las bancas tendrán que usar mascarillas todo el partido. La novedad de la Conmebol es que resolvió ampliar de 40 a 50 la cantidad de futbolistas que pueden ser inscritos en las listas de buena fe, tanto en la Libertadores como en la Sudamericana.

En lo netamente futbolístico, el panorama muestra a los equipos en desigualdad de condiciones. Los elencos argentinos y bolivianos aún no reanudan sus competencias locales, mientras que en Colombia recién volvió el fútbol la semana pasada con la Supercopa.

Los representantes nacionales están en las antípodas. Universidad Católica, el sólido líder del fútbol chileno, es colista en el grupo E. Por lo mismo, se le hace imperiosa una victoria sobre Gremio para mantener las esperanzas. Lo de Colo Colo es más preocupante. El elenco popular está inmerso en una profunda crisis y no hace goles. Recibe mañana a Peñarol en el Monumental. Mirando el vaso medio lleno, el Manya tampoco viene bien. Tanto así que Diego Forlán, su apuesta para la banca, fue cesado por malos resultados.

Además de albos y cruzados, hay un nutrido contingente nacional esparcido en clubes extranjeros. Atención especial tendrá Mauricio Isla, que jugará el torneo por primera vez con la camiseta del Flamengo. En Perú, Mario Salas debe mejorar su rendimiento en Alianza Lima (donde tiene a Patricio Rubio), porque aún no gana en cancha en la liga peruana. Su única victoria fue por secretaría, sobre Binacional. Además están Christian Bravo en Peñarol, Rodrigo Ureña en América de Cali, Paulo Díaz en River Plate, y Gabriel Arias, Eugenio Mena y Marcelo Díaz en Racing.

El protocolo será la prueba de fuego para que se puedan desarrollar las Eliminatorias, que están programadas (todavía) para octubre.

Martes

19.15 Wilstermann – A. Paranaense (C)

19.15 Colo Colo – Peñarol (C)

21.30 Santos – Olimpia (G)

21.30 Binacional – Liga de Quito (D)

Miércoles

19.15 Internacional – América de Cali (E)

19.15 Estudiantes de Mérida – Alianza Lima (F)

21.30 U. Católica – Gremio (E)

21.30 Ind. Medellín – Caracas (H)

21.30 Bolívar – Palmeiras (B)

Jueves

17.00 Racing – Nacional (F)

19.00 Defensa y Justicia – Delfín (G)

19.00 Sao Paulo – River Plate (D)

21.00 Ind. Del Valle – Flamengo (A)

21.00 Libertad – Boca Juniors (H)

23.00 Barcelona – Junior (A)

23.00 Guaraní – Tigre (B)