La cordial pero distante relación entre Vidal y Alexis, la sociedad que pretende reunir el Inter

Sánchez-Vidal

La intención de Conte, reunir en el mismo camarín de club al Rey y al Niño Maravilla, no se daba desde que estaban en Colo Colo. Desde ese día, en un gallito silencioso donde no faltan los celos, compiten por ser el estandarte de la generación dorada.



El Inter de Milán aguarda con atención que Arturo Vidal se desvincule del Barcelona. Está decidido a propiciar su reencuentro con un rostro conocido: Alexis Sánchez. Después de más de una década, ambos chilenos volverían a compartir el camarín de un club. La única vez que lo hicieron fue en Colo Colo. Seguramente, se abrazarán, como muchas veces en los albos y en la Selección. Sin embargo, el saludo entre ambos tampoco será tan efusivo. Vidal y Sánchez no son amigos.

El tiempo y los estilos de personalidad explican una relación cordial, pero distante. Cada uno, en privado, reconoce las virtudes del otro, pero en escasas oportunidades se han visto gestos públicos que reflejen una cercanía demasiado férrea. Sánchez no es uno de los “hermanitos” que Vidal siempre menciona en sus redes. De vuelta, el nortino tampoco nombra al oriundo de San Joaquín en sus espacios. No son yuntas, pero sí buenos compañeros. Cuando estaban en Colo Colo eran más cercanos. Comparten el agente. Después, pasa como en el colegio, que te dejas de ver seguido con tus compañeros y si te los encuentras, los saludas y ya. No se llevan mal, pero tampoco son íntimos. .

Los más conciliadores hablan de un “espíritu competitivo” llevado a su máxima expresión. El deseo de ganar hasta en el juego del tontito o ser primero en la fila del almuerzo. Los que conocen más la relación de Alexis Sánchez y Arturo Vidal, en cambio, no tienen dudas: entre las dos figuras más importantes del fútbol chileno hay celos, un choque de egos y personalidades, que, por el bien de la Roja, se olvida a la hora de jugar.

En varias de sus conversaciones a puertas cerradas con la prensa, el ex entrenador de la Selección, Jorge Sampaoli, describió la relación del volante y el delantero como un asunto difícil de tratar. En una de estas reuniones, de hecho, no tuvo pelos en la lengua y habló de una “conspiración” de Vidal en contra de Alexis. Y lo describía así, precisamente porque el jugador del Bayern, al tener una personalidad mucho más extrovertida, es quien reúne más seguidores en el camarín nacional, en relación a su ex compañero en Colo Colo.

Efectivamente, la composición interna de la intimidad de la Selección incluso en sus mejores tiempos daba otra pista. El tocopillano no era parte de la Banda Pitillo, ese colectivo que parecía infranqueable en que el Rey compartía con Jorge Valdiva, Gonzalo Jara, Mauricio Pinilla, Jean Beausejour, Gary Medel, Eduardo Vargas y Claudio Bravo. De ese grupo, el mismo Vidal marcó distancia con Bravo. “Yo soy una persona real. Los códigos los conozco y respeto a mis compañeros. Cuando los triunfos están somos todos amigos, y cuando se pierde se pierde la amistad y lealtad. Eso es lo que no comparto. Últimamente hemos estado en la Selección, pero amigos no seremos nunca más. Pero compañeros y defender la Selección lo vamos a hacer con el máximo de nuestras fuerzas”, remarcó el volante en la entrevista que le concedió a Daniel Habif, en Youtube. Sánchez, en cambio, tampoco se ha generado inconvenientes. Básicamente porque no pertenecía a ningún subgrupo. Siempre anda en la suya, decían entonces en Juan Pinto Durán.

Vidal, la influencia

José Sulantay, quien catapultó a ambos en la selección Sub 20 de 2007, recuerda que Vidal reclutó a Sánchez para su círculo de hierro en ese combinado que logró el tercer lugar en el Mundial de Canadá. “Vidal fue uno de los que más rápido tomó el liderazgo. Y uno a los que convenció primero fue a Alexis. Arturo tuvo mucho que ver en lo que consiguió esa Selección. Después, Medel e Isla se le sumaron. Me ayudaron a la idea de la fortaleza sicológica. Por eso hicimos esa gran campaña”, recuerda el entrenador.

El estratega recuerda que ambos, con sus estilos, procuraban ganarse el reconocimiento de sus compañeros. “Tiene que haber siempre una competencia limpia, sana. Vidal tenía una personalidad muy superior a la de los demás. Yo lo criticaba, porque era un liderazgo negativo, pero no se lo quité. Lo di vuelta nomás. Él empezó a influir. Su personalidad está sobre el nivel del chileno. Lo ha probado. Alexis tenía otra manera: era el cómico, el chistoso, el que hacía cosas de niño chico. Y a todos les gustaba. Por distintos caminos, llegaron a convencerse de que eran jugadores de élite”, dice.

Según el técnico, había un factor decisivo que, a pesar de las diferencias de personalidad, ninguno debía perder. “Había que aprovecharlos en lo de ellos. Venían del barrio, de la realidad dura. Eso les sirvió mucho. Había que enrielarlos nomás”, explica.

Otra preocupación para Sulantay era mantener la cohesión en un grupo cuyas figuras, como también Gary Medel, ya adquirían notoriedad. “Nunca dejé que se produjeran grupos”, enfatiza. Y luego cuenta un episodio desconocido: “Tuve problemas con Vidal porque él quería ser el capitán. Y se lo dije: que yo elegía al capitán. Sus compañeros eligieron a Carmona. A Vidal le dolió. Se amurró y se quería venir de Paraguay y no jugar el Sudamericano. Luego lo aceptó”.

Indirectas y seguidores

Ha habido ocasiones en que la competencia entre ambos ha sido abierta. En 2015, por ejemplo, el Bayern de Vidal venció al Arsenal de Alexis, razón suficiente para que el primero descargara una rabia contenida. “Qué poco se habla de fútbol en Chile cuando gana el King Arturo”, posteó. Tenía algo de razón, pues la victoria anterior de los Gunners sobre el conjunto germano había recibido mayor atención.

Alexis Sánchez y Arturo Vidal

El impacto en las redes sociales es otro aspecto por el que siempre ha competido. Hoy, Vidal domina en Twitter (4,6 millones de seguidores contra 2,9 millones de Sánchez) y en Instagram (13,5 millones de followers contra 10,6 millones del tocopillano). El tenor de las intervenciones de cada uno en esas plataformas da cuenta, también, de las diferencias de personalidad entre uno y otro. Vidal, ciertamente, suele ser más confrontacional que Sánchez.

Conocedores de ambos coinciden en que los dos intentaban mostrarse superiores al otro, una realidad que en el fútbol se repite bastante. Ostentar los mejores autos o bienes es la vía que elegían para imponerse. La madurez que ambos han alcanzado al superar las tres décadas de vida ha ido menguando, en alguna medida, esa necesidad de mostrar lo que tienen.

La Roja los hermana

De lo que sí no existen dudas, y de lo que puede sacar un gran beneficio el Inter, es de que dentro del campo de juego ambos se potencian. Ya lo han demostrado en Colo Colo y en la Selección. Sánchez y Vidal, después de años compartiendo roles en el campo de juego, conocen de memoria cada uno de sus movimientos y cómo sacarles partido a las virtudes del otro.

Es por eso que Conte sueña con revivir un circuito de efectividad probada incluso en el más alto nivel del fútbol mundial. Un gol y, eventualmente, un título, deja atrás cualquier atisbo de distanciamiento.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.