Sapporo, la ciudad japonesa que iba a albergar el amistoso entre la Selección y Japón, que se suspendió por el terremoto que azotó a la ciudad, intenta retomar la tranquilidad, pero la situación sigue siendo crítica, como sucede siempre en este tipo de emergencias. La electricidad sigue interrumpida, aunque, al menos, ya se restableció el suministro de agua potable.
En esas duras condiciones, la Roja también busca la normalidad, por relativa que sea. De hecho, el cuerpo técnico que encabeza Reinaldo Rueda programó un entrenamiento para hoy a las 23 horas de Chile (11 horas de mañana en Japón), con la finalidad de que sus dirigidos se mantengan en actividad pese a la suspensión del encuentro preparatorio ante el conjunto asiático.
La práctica se realizará en Amusment Park, el sitio escogido por la ANFP ante la desmejorada situación en la que quedó el anterior campo de entrenamiento que había elegido inicialmente. "La cancha se desniveló", describen en la delegación de la Roja para graficar la fuerza del movimiento telúrico y sus consecuencias.
En paralelo, se gestiona el cambio de la delegación a un nuevo hotel, más cercano a uno de los aeropuertos de la ciudad, con la finalidad de facilitar la salida hacia Corea del Sur, donde se disputará el otro partido contemplado en la ahora accidentada gira por Asia.