La ANFP desestimó acusar a Deportes Melipilla. Como parte de una campaña de denuncias anónimas, pantallazos de documentos y gestiones reservadas por debajo de la mesa, los Potros habían sido puestos en entredicho por la presunta existencia de dobles contratos y la inscripción irregular del jugador Nicolás Forttes. Sin embargo, el directorio que preside Pablo Milad consideró que no existían los elementos suficientes como para abrir un proceso en contra del club, lo que pudo haber derivado en condiciones deportivas que podían complicar su presencia en Primera División o, incluso, en el fútbol profesional.
En ese desfile intentos fallidos por llevar la definición del descenso al escritorio, en Quilín recibieron hace unos días un testimonio que, por el contenido de sus dichos, sonaba muy grave. Al pasar los días y con el correr la investigación llevada por la ANFP, se consideró totalmente insuficiente. La declaración pertenecía a Gino Valentini, quien hasta enero de este año ejerció como gerente deportivo de Melipilla.
El ex jugador de Universidad Católica parte precisando que su salida del club, el 5 de enero, obedeció, precisamente, a esas prácticas. Fue cesado por “no estar de acuerdo con la forma en que se manejaban los contratos de trabajo de los jugadores del fútbol profesional de dicho equipo”, partió exponiendo en el documento, que después del rechazo de la Asociación a seguir con el caso también terminó siendo filtrado.
En el documento, Valentini lanzó duras acusaciones, que incluso lo tocan. “Durante los años 2019 y 2020, la gran mayoría de los sueldos se pagaban en negro y el responsable de hacer esos pagos era yo, personalmente. Todos los meses preparaba una lista con los pagos acordados por fuera de los contratos inscritos en la ANFP y con ese monto me dirigía ante los señores Leonardo Zúñiga y Carlos Encinas, que me entregaban un cheque por el monto registrado en la planilla de pagos en negro, cheque que procedía a cobrar en muchas oportunidades yo mismo, para así tener la plata en efectivo para poder realizar los respectivos pagos”.
El ex futbolista reconoció que la información que recibía mensualmente la ANFP faltaba a la verdad. “Todos los meses enviamos la información de pagos a la ANFP que era falsa, porque solo se incluía la información de los contratos oficiales y no el pago total que se les hacía a los jugadores. Esta adulteración la hacíamos porque sabíamos que no podíamos informar los pagos en negro”, establece.
En ese plano, expuso que hasta la fecha en que fue cesado les pagó con ese mecanismo a varios de los jugadores que integran el actual plantel melipillano. Cita, por ejemplo, los casos de Gonzalo Lauler, Miguel Escalona, Gustavo Guerreño, Cristián Magaña, Nicolás Peranic, Miguel Sanhueza y Gonzalo Sosa, entre otros nombres.
Lo cierto es que Valentini apareció también en medios de comunicación, contando una historia similar a la que declaró solemnemente, ante notario. En ese sentido, desde la dirigencia de distintos clubes, todos apremiados con un posible descenso, tenía conocimiento de las acciones del exfuncionario. No solo eso, según información que obtuvo El Deportivo, muchos lo incentivaron a que presentara estas denuncias en Quilín. Si bien el oficial de cumplimiento, Miguel Ángel Valdés, tomó nota de todo lo descrito, su investigación concluyó que “no existen méritos suficientes en cuanto a veracidad, temporalidad, objetividad y seriedad, que permitan a esta Asociación entablar una denuncia en contra del Club señalado, ante el Tribunal Autónomo de Disciplina”.
De esta manera, las palabras de Valentini quedaron en nada. La ANFP optó por desestimar todo. Pero organismo rector del fútbol dejó abierta la opción para que los mismos clubes interesados en que se sancione a Melipilla presenten la denuncia ante el Tribunal, bajo su responsabilidad. Hasta ahora, ninguno ha decidido pronunciarse.