“La dejaron de lado”: el duro análisis de la Sub 20 de Chile en los últimos 12 años

La Sub 20 de Chile es octava en rendimiento entre las 10 naciones de Sudamérica, en doce años.
Foto: Carlos Parra / FFCH

Pese a clasificar al hexagonal por primera vez desde 2013, la Rojita tiene el tercer peor registro. Apenas supera a Perú y Bolivia. “Solo se muestran a los 22 o 23 años”, resume César Vaccia. Héctor Pinto acusa que “dejaron de lado lo formativo”.



El 29 de enero pasado, la selección chilena sub 20 avanzó al hexagonal final del Sudamericano de la categoría. Por primera vez en 12 años, la Rojita se metía entre los mejores equipos de la región. Poco importó que fuera un efecto colateral de la eliminación del local Venezuela a manos de Paraguay o que la escuadra de Nicolás Córdova solo consiguiera un punto en esa fase final.

Para el técnico, también para los dirigentes, fue un logro en medio de la sequía. Sobre todo, por el bagaje que logra al equipo en la previa de la Copa del Mundo que organiza en este 2025. Peeo ese éxito desentraña una triste verdad, un desastre en las políticas formativas nacionales, al menos en cuanto a los resultados.

Fríos números

Turquía 2013 fue el último Mundial Sub 20 al que asistió la selección chilena, certamen en el que llegó hasta cuartos de final de la mano del técnico Mario Salas, cuando perdió 4-3 ante Ghana, en Estambul. Desde el Sudamericano de ese año, disputado en Argentina, se jugaron cinco competencias de esta índole y solo en esta temporada los chilenos avanzaron a los seis finalistas.

Pobre registro que comparte solo con los juveniles de Perú, que consiguió meterse en la fiesta grande en Uruguay 2015 (la Rojita terminó última en el Grupo B), a pesar de que los del Rímac no obtuvieron un cupo en el certamen mundial de ese año en Nueva Zelandia. La peor nación de todas en esta docena de años es Bolivia, que ni siquiera clasificó una vez.

“Hace rato que al fútbol formativo lo han dejado de lado los dirigentes y los dueños de clubes, todo por una cuestión de negocios. Repercute en el rendimiento de los equipos, sobre todo a nivel internacional. No están saliendo jugadores y esos dos años (19’-21’) sin competencia formativa fue un retroceso. La cuota de extranjeros también influye”, advierte Héctor Pinto, DT del equipo juvenil chileno en 2001.

En términos estrictamente numéricos, Chile logró un 27% de rendimiento entre los puntos conseguidos y los posibles. En el mismo análisis, Perú registra un 20% y los altiplánicos solo un 13,3%. Al lado contrario de esta lista están Brasil y Uruguay (ambos con un 61,5%), este último país incluso fue campeón del mundo en 2023. Últimos 12 años en los que la Canarinha perdió la final en 2015 y Venezuela en 2017, cuadro de honor regional que completa el tercer puesto de Ecuador, en 2019.

Un claro desequilibrio que deja al descubierto los procesos en cada una de las naciones que componen la Conmebol. Según la opinión de César Vaccia, quien lideró la Sub 20 entre 2010 y 2011, las carencias se deben igualar con mayor trabajo.

“Físicamente, todos nos superan en resistencia, biotipo, consumo de oxígeno. Todas esas son cosas que debemos suplir con técnica y no lo estamos logrando”, explicó el exformador de Universidad de Chile.

Falta de roce

Uno de los elementos que más se repite entre las causas de esta crisis es la falta de regularidad de los jugadores. Entre los 23 atletas chilenos son muy pocos quienes lograron consolidarse en sus propios clubes.

“Acá lo que falta la post formación. Recién a los 22 o 23 años los chilenos empiezan a demostrar el rendimiento que uno espera. A esos jugadores de proyección las suben a los planteles solo por completar. La madurez de los equipos que enfrentamos es distinta”, confirma Vaccia.

El Deportivo analizó el rendimiento de cada uno de los futbolistas chilenos en 2024, en sus respectivas instituciones. El zaguero central Iván Román es el más destacado en sus números, tras completar el 70% de los minutos totales con Palestino durante el año pasado en el torneo nacional. Rendimiento al que agregó goles en el mismo torneo, la Libertadores y la Sudamericana.

Esta cifra que dista mucho de sus compañeros: solo jugaron un promedio del 17,2% de minutos en sus equipos, incluso, cuatro de ellos ni siquiera se vistieron el año pasado para afrontar un duelo de su liga.

“Menos de un 20% de juego efectivo es un muy poco, ahí ves que los jugadores no estaban preparados. Esta selección la vi más como un equipo juvenil. Tienen que estar jugando, eso hace la diferencia con los países importantes. Extraño un torneo de reservas, competir a otro nivel”, explica Pinto.

El exjugador de la U agrega que “las competencias de menores no son tan estrictas y el nivel de juego es débil. Si tienes un buen equipo de reservas, puedes sacar cuatro o cinco jugadores de ahí para mayor proyección. Yo estuve en México, igual que en China, viajábamos con el primer equipo y salían futbolistas que le subían la calidad al torneo. Si no, quedas fuera”.

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