Hace casi dos semanas, los presidentes de distintas federaciones de fútbol del mundo se reunieron en París, invitados de manera oficial a presenciar la final de la Liga de Campeones de Europa, entre el Real Madrid y el Liverpool, que ganaron los merengues.
Uno de los asistentes fue Pablo Milad, timonel de la ANFP. El curicano quería dejar resuelta la llegada de Eduardo Berizzo a la selección chilena antes de emprender rumbo al Viejo Continente. Y así fue. Pocos días después de la confirmación del Toto en la Roja, el mandamás del fútbol chileno viajó hasta la capital francesa.
En la histórica ciudad también estaba presente Gianni Infantino, presidente de la FIFA, quien en octubre del año pasado visitó Chile, con motivo de su gira por Sudamérica. En dicha ocasión, la máxima autoridad del balompié mundial generó una buena relación con el titular de la sede de Quilín.
Como era de esperar, tanto Milad como Infantino se encontraron en París, en medio de las reuniones entre directivos de la Conmebol y la UEFA para generar un plan de colaboración mutua, en el que las selecciones sudamericanas tuviesen la posibilidad de jugar con las potencias europeas, y viceversa. Una especie de Liga de las Naciones, pero de carácter intercontinental.
Según cuentan en la ANFP, en ese momento fue cuando el timonel aprovechó de preguntarle al abogado suizo-italiano, en privado, cómo se venía la mano para Chile, en relación a la denuncia que presentó la Federación Chilena de Fútbol (FFCh) contra Ecuador por el caso Byron Castillo.
La respuesta dejó inquieto al exdirectivo de Curicó Unido, porque Gianni Infantino señaló que en todo este tiempo había preferido no saber nada para no involucrarse de ninguna forma, ya que se trataba de un tema muy delicado, por lo cual no tenía ninguna información respecto a cómo se daría el fallo, si favorable o perjudicial para las pretensiones de la sede de Quilín.
En el ente rector del fútbol chileno revelan que Milad quedó preocupado, porque percibió que el asunto generaba mucha incomodidad en la Federación Internacional, principalmente, porque el Mundial de Qatar ya estaba sorteado y descalificar a una selección ya clasificada empañaba el certamen, más allá de si el castigo corresponde o no.
Además, sea cual sea el fallo, el país que salga perjudicado apelará a la resolución y luego, seguramente, todo se decidirá en el TAS. A la FIFA le causa muchísima preocupación este aspecto, ya que no hay certeza absoluta sobre la cantidad de tiempo que puede pasar hasta que exista una resolución final. De hecho, se ponen en el peor escenario: que los plazos obliguen, en un caso extremo, a atrasar nuevamente el Mundial, lo que sería bochornoso para la máxima entidad.
Esas sensaciones que trajo desde Europa el presidente de la asociación fueron una de las razones por las que el abogado Eduardo Carlezzo y la ANFP optaron por mostrar públicamente los resultados de su investigación, la que logró recopilar numerosas y contundentes pruebas que apuntan a que Byron Castillo es colombiano y no ecuatoriano y que, incluso, tiene tres años más de los que señalan sus documentos.
Ahora bien, más allá de las percepciones personales y de las especulaciones de la prensa mundial en torno al fallo que la FIFA anunciará en las próximas horas, en la sede de Quilín confían en que el peso de los antecedentes recopilados por Carlezzo terminará imponiéndose en este mediático caso.