Inglaterra luchó para avanzar a la final de la Copa del Mundo de Rusia, pero no pudo lograr su objetivo tras caer por 2-1 frente a Croacia.
El gol que puso en ventaja a los croatas llegó recién en los 109' del tiempo extra, por lo que los ingleses necesitaban marcar lo antes posible para, al menos, forzar la definición a penales.
Ante esto, y en medio de la celebración croata, Jesse Lingard, Marcus Rashford y Harry Kane movieron el balón desde el centro de la cancha y llegaron hasta el área rival. Sin embargo, el árbitro turco Cüneyt Cakır hizo sonar su silbato para anular la acción.
Aunque la normativa hubiera avalado la iniciativa inglesa de salir a buscar el empate, Lingard movió el balón hacia adelante con Rashford en posición adelantada, lo que hubiera anulado inmediatamente la jugada.
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