La designación de Harold se entrampa

HAROLD ANIBAL MOSA

Aníbal Mosa da por aprobado al periodista, pero Stöhwing lo desmiente: todo depende de una comisión.



Pasadas las 16.00, Aníbal Mosa salía a hablar tras la reunión extraordinaria de directorio convocada para votar la designación de Harold Mayne-Nicholls como vicepresidente ejecutivo de Blanco y Negro.

El timonel albo estaba satisfecho. "Todo el directorio está de acuerdo unánimemente en que Harold participe de la vicepresidencia ejecutiva. Lo que estamos haciendo ahora es delimitando algunas funciones para recoger las opiniones de todos", explicó Mosa, quien contó que más que una votación esto se hizo por "aclamación y convicción", asegurando que no hay reparos a la contratación de Harold y que todo se debería formalizar el 26 junio, en el siguiente directorio.

Sin embargo, horas después está versión sería desmentida por Alfredo Stöhwing, líder del bloque opositor, quien precisó que nada quedó cerrado. "Ante las versiones que informan sobre la reunión extraordinaria del directorio, es necesario aclarar que se acordó unánimemente formar una comisión que analizará las funciones de interés del club que podría asumir el señor Mayne-Nicholls, las cuales serán presentadas al directorio para que sean evaluadas y posteriormente votadas".

El artículo 29 de los estatutos internos apunta que se necesitan dos tercios de la mesa para aprobar un cargo de esa naturaleza, lo que obliga a Mosa sumar votos del sector disidente. Además, Stöhwing añadió que "no se abordó el tema ni del nombre del cargo ni la remuneración del mismo, puesto que estos temas también serán analizados por la comisión y posteriormente resueltos por el directorio".

El asunto no asomaba tan sencillo, ya que había inquietud en el bloque opositor por las funciones que el periodista iba a cumplir, ya que se podían superponer a las del gerente deportivo Marcelo Espina.

Entre las tareas que se le pretende encargar a Harold, se busca que sean proyectos a futuro y no relacionadas con la gestión diaria del club, sino que solo aquellas que no pueda asumir la administración. Además, se ratificó que tanto la gerencia general como la gerencia deportiva dependen directamente del directorio. Si bien efectivamente hay una valoración de la figura de Mayne-Nicholls, a su confirmación todavía le quedan varios pasos.

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