La diabla que no pudo ser leona
Lucía Marelli espera la nacionalidad chilena para competir oficialmente por la selección de hockey sobre césped. El entrenador Cachito Vigil, también argentino, la llamó.
De padre bonaerense y madre serenense, Luli, como la llaman en el plantel, busca un espacio en la selección chilena de hockey sobre césped. Por el momento entrena y juega amistosos, pero aún no cuenta con la nacionalidad que le permitirá competir en partidos oficiales. A seis meses de los Juegos Panamericanos de Lima, espera los papeles para representar a Chile en el deporte que ama.
Lucía Marelli juega por la categoría Sub 21 en la selección de Buenos Aires, la más ganadora en la historia de Argentina (campeonas en los últimos cinco torneos provinciales). A pesar de tener buen desempeño, no ha sido considerada en las Leonas, el seleccionado femenino de Argentina. "Somos una generación que está en el medio. No entramos al mundial junior ni al mayor; entonces, no nos tienen en cuenta", dice.
"Me llegó la oferta de Cachito y me tentó. Obviamente que dije que sí", cuenta la jugadora refiriéndose a Sergio Vigil, el entrenador que llevó a las Leonas a ganar un Mundial de Hockey, además de medallas de plata y bronce en los Juegos Olímpicos.
"Ella tenía una ilusión de jugar en la selección nacional de Chile, yo la conocía desde chiquita. Lo hablamos con el cuerpo técnico y coincidimos en que tenía calidad como jugadora, que era muy joven, que podía tener la posibilidad de probarse", relata Vigil, quien añade que el cuerpo técnico "tuvo la mejor impresión, tanto en lo deportivo como en lo humano" sobre Luli.
Al no tener aún la nacionalidad -que le será otorgada, probablemente, a fines del presente mes- su debut con las Diablas llegó en un amistoso ante la selección de Bélgica, que concluyó con victoria europea por 1-3. "Bien Luli", le gritaba Cachito desde fuera de la cancha, estimulando su espíritu encarador y participativo.
La capitana de la selección, Camila Caram, se toma bien la llegada de la bonaerense: "En el debut estuvo un poco nerviosa, pero se logró soltar y jugó muy bien. Es un gran aporte al equipo. Tiene mucho talento y potencial".
En los Panamericanos de Lima, la competencia de hockey se inicia el 30 de julio y Lucía ya se ilusiona con jugar por las Diablas. "Tenemos un objetivo muy claro y estamos trabajando mucho para poder lograrlo", afirma.
En la Copa Panamericana 2017, las nacionales se quedaron con la plata al perder la final ante Argentina. Luli se imagina, entre risas, un posible enfrentamiento contra su país natal: "Estaría bueno... Habría pica ahí".
Según explican en la federación, el hockey trasandino es de un estilo más individualista, mientras que en Chile se apuesta por el juego colectivo. "Acá no tenemos las mismas habilidades que tienen las argentinas", asegura Caram, lo que le da algunas ventajas a Luli. "El técnico me pide que me adapte, que cuando tenga que encarar, lo haga, y cuando tenga que parar y pasar, que pare y pase", explica Lucía.
Mientras se tramita su nacionalidad, Lucía seguirá compitiendo en Buenos Aires. Viajará una vez al mes a las concentraciones en Santiago, siempre esperando el llamado que confirme la noticia de que es una chilena y una Diabla más.
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