Desde la tribuna Rapa Nui del estadio Monumental, Sergio Gioino ve cómo se está cristalizando la clasificación de Ñublense a los cuartos de final de la Copa Chile. No es primera vez que está en el privilegiado sector ni tampoco en el recinto del cuadro popular, el que visitó varias veces como jugador de Huachipato, Universidad Católica y Universidad de Chile, por citar solo a algunos de los clubes que defendió, pero ahora la visita tiene un sabor especial. Como presidente del club chillanejo, el ex delantero disfruta de los primeros logros de una incipiente gestión, cuyas transformaciones están empezando a notarse.
Para llegar a Chillán, Gioino tuvo que abandonar el otro rol que ha desempeñado en el fútbol. Debió renunciar a 433, la empresa de representación de futbolistas que integraba precisamente hasta que se concretó su arribo a la propiedad del club. Su influencia había partido antes, en la conformación del plantel. El 80 por ciento de la plantilla que dirige Jaime García proviene, efectivamente, del corral que ahora está en manos de quienes fueron sus socios, Pablo Lecler y Mauricio Valenzuela. La firma, de hecho, es parte de una fusión de los negocios que tenían los mencionados representantes por separado.
En la capital de la región de Ñuble enfatizan, precisamente, en este aspecto. “Sergio se desvinculó de cualquier relación porque quería estar de este lado. En el momento nos preocupamos de revisar los aspectos legales. Si se está cometiendo alguna irregularidad, no se hace o se recomienda no hacerlo. Como eso no sucedió, todo funcionario de cualquier nivel ya no cuestiona. Debemos ejercer la labor que no corresponde. El cuestionamiento no queda en la interna del club. No nos corresponde”, explica Hernán Rosenblum, el gerente general del club respecto de un vínculo que ya no existe. El funcionario es sobreviviente de la gestión anterior del club, a cargo de los hermanos Kiblisky. No es casual. Se determinó que el traspaso fuese gradual, precisamente para evitar un impacto que produjera trastornos en la gestión del club. “Imagino que después del diagnóstico, que es normal en cualquier empresa, generarán planes nuevos, modificarán cosas para hacer notar su mano”, proyecta Rosenblum.
Activo, pero respetuoso
Jaime García, el técnico del equipo chillanejo, destaca el manejo que ha mostrado Gioino en su nueva función. “Yo he tenido siempre una buena relación con ellos, porque vienen trabajando hace rato. Jamás han pasado el límite de la puerta del camarín. Las cosas han funcionado súper claras. Sergio está recién asumiendo. Tenemos harto contacto, directo. Lo bueno es que como fue jugador sabe del respeto que debe tener al camarín. El es mi jefe y yo soy el entrenador. Entiende como jugador, sabe las funciones que cumple cada uno. Yo soy súper respetuoso y sigo siendo el mismo. Viene con el mejor de los ánimos. Siempre lo veo con buenas energías. Esta relación es como un matrimonio. Se pelea, se enoja, se hacen cariño. Ha entrado con mucho respeto, sabe los códigos de un camarín. Antes tampoco tuve problemas. Por algo el club ha hecho esto”, evalúa.
El estratega destaca que, pese a su pasado futbolístico, el exdelantero no se entromete en materias técnicas. “No hace comentarios. Solo me llama por cosas estratégicas, de viajes, qué nos falta, qué se puede mejorar. Con el tema del equipo me han dado una confianza absoluta. Cuando no lo sienta así, va a ser distinto. No tengo nada que decir de ellos. Ninguna sugerencia de equipo ni nada por el estilo. Solo lo que todos los años se tiene que ver: los refuerzos. Me ponen un abanico. Como todos los dirigentes del fútbol chileno, sugieren, proponen, pueden dar un listado. El que elige soy yo. El club siempre se ha manejado así. Por esto te digo, han tomado un rol importante. Jamás me han llamado a reunión por qué se perdió o se ganó”, sentencia el estratega.
García no esquiva la alta presencia de jugadores pertenecientes a 433 en su plantel. “Son los que yo he elegido. Tengo de otros representantes, también. Yo no trabajo con agentes. Jamás me han obligado a traer un jugador. Lolo Reyes no jugaba en un año y me lo propusieron. ‘Tráiganmelo a ojos cerrados’, les dije. Ellos trabajan con jugadores, pero ahora está en otro rubro. Yo también pido y se traen. Y todos saben de que son de ellos. No hay nada oculto. Reyes venía jugando Fútbol 8. Venía con mucho sobrepeso. Y resultó. No hay obligación ni preferencias. Los que he querido llevar, los llevo. El que toma la decisión soy. Y en el momento que lo sienta distinto, no voy a tener mucha fuerza para nada. Siempre uno tiene que respetar al dueño y tomar decisiones consensuadas. Por eso el equipo funciona”, amplía.
Planes
El técnico elogia la primera fase de la gestión, no sin antes plantear un encargo. “Se está mejorando todo, año a año. Desde el 2019, antes de que llegara Sergio. Hay mucho por mejorar, sobre todo para cadetes. Falta harto. Sergio está consciente. Hay que mejorar algunas instalaciones, ver el tema de las canchas. Pedí una de sintético para el futuro, para los cadetes y para no parar de trabajar cuando llueve. Siempre se puede mejorar y él lo entiende así”, grafica García.
Rosenblum toma nota y, de paso, revela ambiciosos planes que están en plena ejecución. “Se está construyendo un gimnasio exclusivo para el fútbol femenino, camarines especiales, todas las comodidades posibles. Uno de nuestros planes es que Ñublense tenga buenas presentaciones en el fútbol femenino. Son 500 metros cuadrados de gimnasio”, expone inicialmente. Y luego aborda directamente la petición del entrenador. “Tenemos cuatro canchas. Hay de todo. Uno no se puede ajustar a los requerimientos de solo un tipo de entrenador. El plan maestro no depende de un entrenador de turno. Puede ser que se ajuste. Hay un proyecto de canchas híbridas, que se adaptaría más al clima. Eso está estudiado. El cambio en el valor del dólar es lo que hay que evaluar, porque eso hace variar los costos”, explica.
El ejecutivo muestra cierta incomodidad por aparecer evaluando a quien, en rigor, es su jefe, pero termina accediendo. “En términos generales, es una persona que conoce mucho de la actividad. Ha pasado por varias veredas. No es fácil cambiar de ellas pero se ha adaptado de muy buena manera. Tiene mucho por conocer y para eso lo estamos apoyando 100 por ciento. Ha sido muy participativo, está muy activo. 100 por ciento dedicado, lo vemos siempre en el club. Ha sido rápida su adaptación y eso tiene que ver con la dedicación. No está radicado en Chillán, pero viaja constantemente. Pasa la mitad de la semana y el día de partido”, detalla.