Luego de conocerse el proyecto de ley de presupuestos para el próximo año, quedó en evidencia que el Ministerio del Deporte fue la segunda cartera menos beneficiada, después de Minería, con una reducción de recursos del 11,3%.
El presupuesto sufrió mermas importantes, pues varios ítems tienen números negativos, siendo los descensos más bruscos las iniciativas de inversión (-51,7%), la adquisición de activos no financieros (-39,9%) y el aporte fiscal (-17,9%).
Por otro lado, hace un par de semanas, la Dirección de Presupuestos publicó los resultados de la evaluación de programas. De los 11 que obtienen calificación insuficiente, cinco corresponden a Deporte, siendo el ministerio con mayores cuestionamientos. Una señal clara de lo que se veía venir.
Liderazgo Deportivo Nacional, Sistema Nacional de Competencias Deportivas, Deporte y Participación Social, Escuelas Deportivas Integrales y Fondo Nacional para el Fomento del Deporte, que suman una inversión de más de $ 57 mil millones.
En la mayoría de ellos se repite la crítica de una "débil coordinación entre el Mindep y el IND", mientras que en el caso del alto rendimiento, se cuestiona que no haya un registro de deportistas ni una coordinación para abordar esta área, lo que también se refleja en disparidad de criterios.
"Entre 2013 y 2016 la tasa de variación de medallas obtenidas en competencias internacionales con respecto al año anterior cae en 20%…", señala el informe.
El diputado Jaime Pilowsky, miembro de la Comisión de Deportes de la Cámara, critica la gestión realizada, lo que se vio reflejado en el presupuesto para el próximo año: "Lamento profundamente que por segundo año consecutivo sea el Ministerio del Deporte el que recibe uno de los mayores recortes presupuestarios, lo que ratifica una situación que hemos planteado en la Comisión de Deportes: la ejecución presupuestaria en materia de infraestructura deportiva es el 'talón de Aquiles' del Mindep. Este hecho es doblemente alarmante, dado que tenemos los Panamericanos de 2023 como objetivo país, mientras aún seguimos tratando al deporte como política de tercer orden".