Roberto Tobar volvió a ser protagonista en una final Conmebol. Debido a sus buenas presentaciones durante la Copa América 2019, fue el escogido para impartir justicia en el duelo que terminó con Brasil como el flamante campeón del torneo continental. Su desempeño fue disparejo. Recibió críticas, pero también elogios.
Pese a que el juego se desarrolló con fluidez, los cuestionamientos llegaron en el 70', minuto en el que Tobar le mostró la segunda tarjeta amarilla que le costó la expulsión a Gabriel Jesus. ¿El problema? La falta por la cual volvió a amonestarlo fue inexistente. El jugador no lo podía creer. Se tomaba la cabeza y miraba desesperado a sus compañeros. Mientras salía del campo, empujó la caseta del VAR y realizó gestos en contra de los árbitros, lo que podría costarle una sanción mayor.
También tuvo aciertos. En los 30', Thiago Silva utilizó su mano para frenar un ataque peruano. Tobar no dudó en cobrar penal a favor de los incaicos. Pese a que el referee exhibió seguridad al momento de tomar la determinación, la cual fue instantánea, el VAR obligó a detener las acciones nuevamente. El chileno fue hasta la cabina para revisar la jugada, sin embargo, no cambió su decisión.
Cuando Perú se encontraba 2-1 abajo en el marcador e iba con todo en búsqueda del tanto de la igualdad, Tobar sancionó una dudosa infracción de Carlos Zambrano sobre Everton en el área. Fue una jugada al límite que generó el llamado inmediato por parte de los encargados del sistema de videoarbitraje. El juez accedió a la solicitud de sus compañeros y revisó la jugada, pero volvió a mantener la determinación. Fue ahí cuando se cerró el partido.
El arbitraje chileno vuelve a ser protagonista en un torneo de primera categoría. Tal como ocurrió en 2018, cuando el mismo Tobar dirigió la final de ida de la Copa Libertadores de ese año, representantes nacionales fueron escogidos para hacerse cargo de la justicia en el fútbol. Y, en ambas ocasiones, las presentaciones han sido aceptables.