La escena fue dramática. El volante de Everton Sebastián Leyton había ganado una disputa de balón cuando su pierna izquierda cedió en forma traumática. La fractura era evidente, más allá de que los exámenes médicos tendrán que determinar la gravedad.
Sus compañeros también sintieron el dolor. Patricio Rubio, por ejemplo, se puso a rezar inmediatamente. El resto, también se veía acongojado. Leyton gritaba de dolor. Fue retirado del campo y lo reemplazó más tarde Jaime Carreño.