La dulce presión de Gustavo Quinteros: hacer funcionar a un Colo Colo que tiene todo lo que pidió
La llegada del delantero argentino Juan Martín Lucero completa una antesala de temporada feliz para el estratega, quien tantas veces exigió un centrodelantero de nivel para pelear por objetivos importantes. La riqueza del plantel albo le permitiría conformar dos oncenas altamente competitivas.
Gustavo Quinteros enfrenta el escenario que cualquier técnico querría. Está en Colo Colo, el principal equipo del país, y, desde esta semana, cuenta con todas las piezas que solicitó para iniciar una nueva temporada con el Cacique, que deberá afrontar contextos que resultan altamente atractivos: deberá pelear por el título del Campeonato Nacional, que a los albos se les escapó en la recta final del último año, básicamente por descuidos en la prevención del Covid-19, revalidar el título de la Copa Chile y bregar por revitalizar el nombre del club popular en la Copa Libertadores. Incluso el inicio del calendario ofrece un desafío atractivo: la Supercopa frente a Universidad Católica, el equipo que les arrebató una corona que en Macul ya se probaban.
La dirigencia cumplió con todas las solicitudes que planteó el estratega. De partida, se renovaron los contratos de las figuras que había terminado su relación con el club. Hubo entendimientos rápidos, como los que se alcanzaron con César Fuentes, Joan Cruz y Bryan Soto y otros que fueron demandando más esfuerzos, como los que involucraron a figuras como Pablo Solari, Leonardo Gil y Emiliano Amor. Y, también, dolores de cabeza, como los que produjo la extensión del vínculo con Vicente Pizarro. Todos eran prioridades para el estratega. En otras palabras, los cimientos de su proyecto deportivo para 2022. Faltaban los otros pilares y la dirigencia que encabeza Edmundo Valladares se los brindó: fichó a Esteban Pavez, Cristián Zavala y aseguró el arribo de Juan Martín Lucero, quien llega a ocupar un puesto que para el técnico es clave: el de centrodelantero. Además, el juvenil uruguayo Alan Saldivia integrará el primer equipo, replicando un modelo que resultó exitoso con Solari. Es decir, Colo Colo se potenció en los puestos en que el técnico tanto lo exigió.
“Ha sido un trabajo súper intenso, de todos los días, pero lo hemos conseguido y la verdad que eso nos tiene con mucha ilusión, con mucho optimismo de que este trabajo tiene que dar frutos en su momento. Tenemos la misma ilusión que tienen todos los colocolinos y colocolinas”, declaró el timonel, de modo de fijar exigencias para el nuevo calendario, en función del esfuerzo institucional para darle en el gusto al DT. Los albos gastaron cerca de US$ 3 millones en la conformación del equipo.
Para regodearse
El Cacique se fue a Argentina, donde realizará la pretemporada, un tiempo que deberá aprovechar para adaptar a las nuevas piezas. En ese país, intervendrá en un torneo con rivales de lujo, otra instancia para acercarse a un buen funcionamiento. Quinteros deberá aprovechar ese momento para empezar a conformar una oncena altamente competitiva, capaz de rendir al máximo en todos los frentes.
Opciones, por cierto, le sobran. El arco parece lo suficientemente bien cubierto. Brayan Cortés ya está consolidado como titular, pero, si alguna vez faltara, ya tiene suplentes con cierta experiencia para afrontar una eventual emergencia: Omar Carabalí y Julio Fierro. E incluso una cuarta opción: Eduardo Villanueva.
En los puestos de campo, la cantidad de alternativas da incluso para ir revisando de acuerdo a demarcaciones específicas. Si se considera el sistema base que utilizó durante 2021, un 4-2-3-1, en cada lugar hay variantes. Así, por ejemplo, en la banda derecha de la defensa puede optar entre Óscar Opazo, Jeyson Rojas y Bruno Gutiérrez. Para el puesto de central derecho, opciones no le faltarán. Maximiliano Falcón arranca como eventual titular, pero detrás tendrá a dos fieros competidores: Matías Zaldivia y el charrúa Saldivia. El zaguero izquierdo debería ser Emiliano Amor, con Daniel Gutiérrez como una opción que emergió en 2020, desapareció en 2021 y luchará por consagrarse este año. En la franja, ya sin Miiko Albornoz, la titularidad aparece en poder de Gabriel Suazo, quien realizó una gran temporada, que incluso lo llevó a la Selección. Le pisan los talones dos juveniles: Pedro Navarro, retornado desde Barnechea, y Felipe Yáñez, uno de los juveniles que tuvo minutos por las emergencias que generó el coronavirus.
En las otras zonas del campo, la dinámica se repite. Para la labores defensivas, Quinteros cuenta, de partida, con cartas probadas como César Fuentes y Leonardo Gil. Esteban Pavez, quien se formó y se consolidó en el club entra en la misma categoría. Más atrás, las opciones parecen igualmente atractivas. Vicente Pizarro, por ejemplo, disputó 23 partidos en el último torneo, con 13 titularidades. Bryan Soto y Lucas Soto, otros dos canteranos, también son opciones a tener en cuenta.
La conducción también está bien cubierta: Gabriel Costa (23 partidos, cinco goles en el último campeonato) se ganó el puesto y el reconocimiento de los hinchas. Y tiene a Cruz como una alternativa eficiente y en proceso de crecimiento.
Un ataque de lujo
En la ofensiva, Quinteros tampoco puede quedarse. Las llegadas de Zavala y Lucero, además de la continuidad de Solari, una de sus prioridades, le brindan alternativas de calidad. De hecho, en términos ideales, el tridente ofensivo parece claro: Solari, Lucero y Zavala, una combinación que garantiza habilidad y velocidad por las puntas y presencia en el centro del área.
Sin embargo, no habrá espacio para relajos, pues cada uno tiene opciones de reemplazo que en cualquier otro equipo detentarían absoluta estelaridad. En la derecha, por ejemplo, Marcos Bolados es una variante atractiva para Quinteros, quien incluso lo ubicó más cerca del centro del ataque. Y entre los valores jóvenes hay otra opción que en Macul seduce y que puede actuar por ambos costados: Jordhy Thompson. Dueño de una personalidad y de una capacidad técnica interesantes, en sus primeras apariciones ya acaparó miradas.
Con la presencia de Lucero, Quinteros aspira a dar un salto de calidad en el centro del ataque. La trayectoria del trasandino avala su elección. Sin embargo, frente a una eventual emergencia, el puesto también ofrece posibilidades. Iván Morales fue, de hecho, el último goleador del Cacique, con 11 conquistas. Con menos opciones aparecen Javier Parraguez y Luciano Arriagada.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.