Luis Jiménez se había retirado del fútbol profesional a mitad de año. Dejó atrás un buen paso por Palestino y colgó los botines para transformarse en un hincha más de esta actividad.
Sin embargo, el talentoso jugador recibió un llamado de Magallanes para reforzar su plantel, de cara a la segunda rueda del campeonato de Primera B, y se volvió a vestir de corto: seis partidos jugados, 341 minutos jugados y un gol fueron su aporta a la campaña del campeón del ascenso.
“Ya está. Juego el último partido de Copa Chile y me retiro. Ya cumplimos el primer objetivo que era el ascenso y ahora ojalá se dé el segundo”, fueron la palabras que emitió el exseleccionado chileno, tras el paso del Manojito de Claveles a la final con Unión Española.
Por lo mismo, sus compañeros le brindaron una emotiva despedida en la práctica previa al desenlace del torneo que reparte millonarios premios y, en ella, incluyeron varios gestos que emocionaron al deportista de 38 años: lo primero que hicieron los integrantes del plantel de la Academia fue un pasillo de campeones, para acompañar el ingreso de Jiménez a la cancha. Luego, se entonaron cánticos y todo terminó con un manteo para el goleador.
Los homenajes fueron engalanados por la bandita que siempre acompaña al recién ascendido a Primera División en todos sus encuentros y lo más coreado fue: “Mago, Mago queridooo... la Academia jamás te olvidará”. Y aunque fue la camiseta albiceleste la última en vestir, el volante fue formado en Palestino, con el que ganó la Copa Chile 2020 y tuvo una destacada carrera en Europa, donde defendió los colores del Inter de Milán, Fiorentina, Lazio y West Ham United, entre otros equipos.
Con el cuadro neroazzurro ganó dos títulos de Serie A y una Supercopa de Italia. Además, jugó casi 10 años en Medio Oriente, donde también cumplió muy buenas actuaciones y también logró coronas. Asimismo, fue seleccionado chileno y fue convocado hasta el final del terminado proceso de Eliminatorias para el Mundial de Qatar.