“Hola a todos, hola a todas. Gracias por acompañarme en esta mañana inolvidable para Chile, y una tarde inolvidable para todos los que estamos aquí. Los sueños se cumplen. Trabajen duro por ello. Levántese de cada dificultad y construyan lo que tanto sueñan, porque nada es imposible, ni una hueá”. En un mensaje difundido por el Comité Olímpico nacional, Francisca Crovetto emula las palabras de Nicolás Massú para celebrar e intentar inspirar a jóvenes deportistas, luego de conseguir la medalla de oro en tiro skeet.
La cita no es al azar. En París 2024, a 20 años de la doble consagración del tenista en Atenas 2004, la tiradora ha dejado en claro que ella se inspiró en el hito de Grecia cuando era una niña. “Estoy demasiado feliz, es un sueño. El 2004 soñé con estar en unos Juegos Olímpicos, estos ya eran mis cuartos y los miedos de no volver a hacerlo bien, siempre estaban presentes. Yo veía al Nico y al Feña González, que me inspiraron, y de verdad que me atravesó el corazón todo el apoyo de la gente”, dijo la deportista este domingo.
El Vampiro está en Francia. Si bien fue llevado por la Federación de Tenis y el Comité Olímpico como entrenador del equipo de tenis, tal como lo ha hecho en sus 10 años al frente del equipo de Copa Davis, también comparte con los otros representantes de otras disciplinas. “Contar con una persona como Nicolás en nuestra delegación es un lujo. Lo que él representa dentro del deporte chileno es histórico, y su calidad humana le permite ser un ejemplo integral”, dijo Miguel Ángel Mujica, presidente del COCh.
Este domingo, cuando Crovetto se llevó el oro, no tardo en viralizarse la reacción del viñamarino. En un video grabado por la lanzadora Natalia Duco, se le vio realizar un tradicional ceachei y luego gritar, “¡Grande, Fran!”. Los deportistas le pidieron al histórico exatleta que se hiciera cargo de la arenga, en una exhibición del rol que cumple junto a la comitiva.
Una antigua inspiración
No es la primera vez que Crovetto pone a los hitos de Massú y Fernando González como un punto de inflexión en su vida. Cuando fue la doble medalla en tenis, la tiradora tenía 14 años. Pese a su corta edad, ese día decidió que participaría de unos Juegos Olímpicos. Ahora gana la medalla, pero París 2024 es su cuarta cita de los anillos, antes había estado en Londres 2012, Río 2016 y Tokio 2020. Desde los tres años que acompañó a su padre a los campos de tiro. A los 10, disparó ella por primera vez. Ese puede ser un momento de quiebre Aunque reconoce que no siempre fue algo que vio con buenos ojos. “Lo odié. Me dolió el rebote de la escopeta, no quise disparar”, declaraba.
Cuando descubrió el skeet, en su adolescencia, comenzó a competir y ahí no paró jamás. En eso llega Atenas 2004 y el día que su mente dio un vuelco. “Es el primer recuerdo que tengo de los Juegos Olímpicos. Lo vi por televisión y me di cuenta de que era lo mío”, señaló a La Tercera en su momento.
En diálogo con El Deportivo, después de brillar en Santiago 2023, la tiradora remarcó a la figura de los extenistas. “Siempre dije que lo que más me llamó la atención y sembró en mí el espíritu olímpico fueron las medallas de Nico y Fernando, pero no por la victoria, sino por la emoción que me transmitieron; a una niña que recién se estaba iniciando en el mundo del deporte y que se dio cuenta de que existían los Juegos Olímpicos, el ambiente olímpico y de que a través del deporte había la posibilidad de inspirar a un país y a una sociedad”, detalló en esa oportunidad.
Ahí también expuso su gran anhelo, ese que se convirtió en realidad este domingo. “Mi sueño es ser medallista olímpica, siempre lo he dicho. Quiero seguir yendo a Juegos Olímpicos, París van a ser mis cuartos. Muchas veces uno se pregunta si será capaz de hacerlo. Antes de clasificar a me lo pregunté y dije ‘bueno, no importa. Me dedicaré a tener guagua si no clasifico’. Y lo mismo con una medalla panamericana. Pero con todas esas dudas, con todos esos miedos, siento que he sido capaz de salir adelante; de entrenar, a pesar de haber sufrido una fractura, de no tener dónde entrenar en Santiago; buscar la forma y ser resiliente, resolver y no llorar; de no estar ahí mirando la leche derramada. Me ayudó mucho ser determinada en lo que quiero, buscar alternativas. Quiero ir a los juegos de Los Ángeles 2028 y de Brisbane 2032. Y si soy medallista en París, volver a serlo después”, anticipaba.
Dentro del circuito, Crovetto fue progresando conforme avanzaban las competencias. En los Panamericanos de Río 2007 fue cuarta. Desde ahí no salió nunca del podio. En Santiago 2023 pudo completar un viejo anhelo. Pero los triunfos había llegado en otros lugares hace mucho tiempo. Ganó el oro en el Panamericano de tiro de Río 2010 y en dos ediciones de los Juegos Bolivarianos. En los Juegos Olímpicos, fue octava en Londres 2012 finalizó en el octavo puesto, en Río 2016 terminó en el 19° lugar, en Tokio 2020 fue 23°. En París se consagró, cumplió su sueño y todo bajo la atenta mirada de Nicolás Massú, el hombre que la inspiró.