La emotiva promesa que Sabalenka le cumplió a su difunto padre al quedarse con el Abierto de Australia

Aryna Sabalenka se consagró como la reina del Abierto de Australia luego de derrotar en la final sin mayores problemas a la tenista china Qinwen Zheng por 6-3 y 6-2 en el Rod Laver Arena. Este segundo campeonato de la bielorrusa en el suelo de Melbourne es el primero que ocurre de forma consecutiva después del último conseguido por Azarenka en 2013. Sin embargo, además de los hitos y la gloria eterna, la historia de la campeona tiene un componente emotivo que va más allá y evoca una sentimental promesa que le hizo a su fallecido padre.

Sergey Sabalenka era un exjugador de hockey sobre hielo y el padre de la actual número dos del mundo. Con 43 años de edad y una gran relación con su hija, el progenitor de la tenista falleció en 2019 dejando con una pena inconmensurable a la 12ª del ranking de la WTA.

“Fue inesperado porque era joven, tenía 43 años. No quería contarlo pero creo que la gente debe saberlo”, dijo Sabalenka en la entrevista que le realizaron tras ser la vencedora del choque en la instancia final. En medio del dolor y la tristeza, la deportista nacida en Minsk recordó la promesa que le hizo a su papá antes de partir. “El objetivo era llegar al número uno y ganar un par de Grand Slams para los 25 años”, rememoró.

Con eso en su conciencia, no hubo nadie quien le quitara la meta final de la mente. La jugadora de 25 años pasó por un camino tortuoso pero rápidamente se convirtió en una habitual del circuito y en una auténtica ganadora. Los dos Abiertos de Australia ganados de forma consecutiva, 13 títulos singles del WTA en sus vitrinas y el mejor registro femenino de la temporada son una muestra de que aquella promesa fue cumplida con creces.

Por esta razón, después del punto que le dio el título de campeona del primer Major del año, Aryna lanzó un beso al cielo para Sergey Sabalenka y recordó todos los momentos que ambos compartieron juntos. “Todo lo que hago es por ustedes”, agradeció a sus familiares en su ceremonia de premiación.

Otro de los momentos emotivos que ocurrieron en la destacada participación de la ahora bicampeona de Melbourne, fue la cábala que reveló junto a su preparador físico Jason Stacy, en la que firma un autógrafo en su calva.

En la entrevista post partido, la tenista declaró que es un ritual que realizan desde la primera ronda y que vaya que les trajo suerte. “¡Simplemente nos gusta hacer cosas raras!”, dijo, riendo. “Hace poco empezamos con esto. Lo hice antes del primer partido y, después de ganar, le dije a Jason: ‘Bueno, supongo que ahora es una rutina’. No está contento con la rutina pero la entiende”, finalizó la bielorrusa.

Con un espectacular recorrido en todas las fases del certamen, Sabalenka se despidió con el trofeo y sin ceder un sólo set en todos sus partidos. Un hito que sin dudas tiene un significado deportivo, pero que resulta aún más emotivo si se tiene en cuenta que va en dedicatoria a su difunto padre.