La enorme Roselord
La estrella haitiana se dedicó al fútbol como escape a su situación familiar. Este año llegó como inmigrante a Santiago y hoy disputa con el Morning la final femenina.
Muchas veces se llega de casualidad a un lugar u oportunidad. Así le sucedió a Roselord Borgella con el fútbol. Quinta de seis hermanos, nació el 3 de abril de 1993 en Léogane, Haití. Su padre abandonó a la familia cuando nació el sexto hijo. Como respuesta emocional a esa compleja situación, encontró en el fútbol su vía de escape. Casi sin la intención de competir, resultó que Roselord era talentosa y muy idónea físicamente para jugar este deporte. "Empecé a los ocho años a jugar en mi barrio. Comencé a progresar por mis habilidades y eso me permitió ir a la escuela, ya que en mi familia no me la podían pagar", confiesa Roselord Borgella.
Sus capacidades la llevaron competir en todas las categorías de la selección femenina de Haití, a pasar cuatro años en Estados Unidos y a jugar en Corea del Sur. Estuvo en el club FC Indiana y en el Boston Breakers. En este último se destacó por su floreciente capacidad goleadora.
Pero el destino, tal como ha sido su vida, le presentó otra casualidad. Fue fichada por Santiago Morning a comienzos de este año, cuando llevaba poco tiempo en Chile. "La detectamos en Quilicura. A Chile llegó como inmigrante. El fútbol se le presentó de golpe a ella. Nos hablaron de su juego, la fui a ver y la aseguré de inmediato. De hecho, Roselord es la primera jugadora con contrato profesional en Chile", explica Paula Navarro, su actual entrenadora de las Bohemias.
Su evolución futbolística visibiliza a una jugadora polifuncional. Fue defensora central, lateral por ambas bandas y mediocampista. Pero hoy es reconocidamente delantera centro. "Lleva 65 goles en el año. Promedia dos por partido. Paulatinamente ha ido aprendiendo español. Es una chica muy tranquila, disciplinada y buena compañera. Se ha hecho un trabajo integral con ella y su familia. Nos hemos preocupado de sus temas médicos, de realizarle chequeos y refuerzos vitamínicos para que pueda rendir al máximo", manifiesta Navarro.
El impacto que ha tenido en el club es muy grande. Es la goleadora del torneo. Su potencia física y su gran disparo son sus características principales. Eso le permite marcar diferencias contra las defensas rivales. De hecho, su entrenadora asegura que muy pronto empezarán a llegar ofertas de afuera. "Santiago Morning me ha dado mucho. Estoy feliz en el equipo. Mis compañeras me han apoyado bastante con el idioma. La entrenadora me ha recibido bien y además de buena, también ha sido exigente conmigo. Eso me ha ayudado. Me siento muy cómoda jugando en este club", enfatiza Borgella, 1,74 metros de altura, una gigante para el medio local.
Desde las 19 horas de hoy, tendrá la oportunidad de coronarse y de aumentar su inverosímil número de goles, ya que su club, Santiago Morning, jugará la final del Campeonato Nacional del Fútbol Femenino frente a Palestino en el Estadio Nacional. El conjunto campeón se asegurará un cupo en la Copa Libertadores 2019.
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