La escena final de Neymar
En un opaco partido, justo cuando más se le necesitaba, Neymar dice adiós a Rusia 2018. Pese a su rol principal en Brasil, será recordado por sus simulaciones.
"Que Dios nos bendiga y nos proteja", publicó Neymar ayer, antes del partido frente a Bélgica, en su cuenta de Twitter. Fueron las últimas palabras públicas del ídolo paulista, el último estandarte de los llamados a ser cracks en esta Copa que quedaba en pie, que tal como Messi, se fue sin comentar la derrota.
Se despidió por la puerta de atrás, tras un opaco partido en cuartos de final, donde precisamente se esperaba que el 10 del Scratch fuese uno de los factores determinantes en su equipo. Nada de eso ocurrió. Acorralado en la banda izquierda, la magia con la que consiguió transformarse en el protagonista principal de la Canarinha quedó reducida a un par de piscinazos y algo más. Ayer, hubo dos simulaciones en el área, las que el juez serbio Milorad Mazic desestimó siempre (la segunda más discutida).
Cierto es que el delantero del PSG llegó a Rusia apenas recuperado de un esguince y una fisura en el quinto metatarsiano, que lo mantuvo en duda hasta el final. Pero consiguió estar. Fue titular en todos los partidos y su desplante fue valioso en cada cotejo que disputó en esta Copa. El ascenso en su nivel fue notorio, siempre colaborativo con sus compañeros, buscando el pase decisivo siempre que pudo.
"Neymar mostró una franca evolución, llegando al ápice de sus condiciones. Antes del partido (contra México) donde le eligieron el mejor, le dije: 'volviste a tu plenitud'. Nosotros vemos cuando la cabeza piensa y el cuerpo responde. Volvió encima de lo que yo imaginaba", reveló Tite sobre el ex Barcelona y Santos.
Una vez más, Neymar vio como su sueño se transformó en pesadilla. Las constantes criticas por sus simulaciones, que llegaron desde todos lados del mundo, fueron otro de los factores que marcarán su Mundial. "Neymar está triste, como todos los brasileños, pero es un crack y seguramente ganará el Mundial un día", aseguró Miranda tras la derrota de en Kazán, adelantando el futuro que todos esperan pueda conseguir el atacante junto a su selección.
En esta Copa, Brasil demostró que el equipo marcha según lo haga Neymar. Apostando todo el juego hacia él, su neutralización fue suficiente para hacerlo también con todo el ataque brasileño. Fue el personaje principal de toda esta historia con holgura.
Sus lágrimas, como siempre, llegaron tras la derrota. Su rostro se quebró tras los 95 minutos de juego, llegando incluso a conmover a Titi Henry -ahora transformado en asistente técnico belga-, quien lo consoló ante la desolación.
Neymar dice adiós de un Mundial en el que esperaba más, mucho más. El líder del principal candidato a la Copa terminó abatido y magullado, retratándose tal como hizo él mismo cada vez que intentó robar una falta. La Copa América y las Eliminatorias son su próximo desafío.
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