La gran incógnita de la jornada era si Christian Garin (18°) se iba a presentar a su partido de cuartos de final del ATP 250 de Santiago. Las molestias lumbares que lo complicaron en el debut frente al español Alejandro Davidovich Fokina (98°) lo tuvieron en duda. De hecho, en el entrenamiento previo al encuentro frente al brasileño Thiago Seyboth Wild (182°) se le vio con algunas molestias al servir. Y eso sería un mal presagio de lo que vendría después.

Las más de tres mil 500 personas que llegaron a la cancha central de San Carlos de Apoquindo estaban ansiosos de ver cómo un chileno volvía a las semifinales del ATP local después de un decenio. Sin embargo, antes, debía convivir con sus molestias físicas si quería superar a su rival de 19 años, catalogado como la gran promesa del tenis amazónico. Y eso se convertiría en un enorme desafío, que finalmente duraría 56 minutos, debido al retiro del mayor crédito del tenis local de las últimas temporadas.

El comienzo fue auspicioso para Gago y todo parecía ir bien. Varios errores no forzados de su rival le permitieron quebrar de entrada, lo que hacía pensar al público presente que la faena podía ser más tranquila que la del jueves. No obstante, ese prometedor inicio fue breve, ya que cuando le tocó sacar en el siguiente juego se vio muy complicado y cometió dos dobles faltas, permitiéndole al brasileño recuperar inmediatamente el break.

Por momentos, Seyboth Wild golpeó con mucha soltura ante un Garin visiblemente incómodo y preocupado de no forzar más de la cuenta su averiada espalda. De todas maneras, el chileno también mostró parte de su mejor repertorio para mantenerse competitivo en la cancha, fiel reflejo de un deportista del más alto rendimiento. Y ese esfuerzo fue premiado por el cariño de la gente, que lo alentó constantemente.

Al estar disminuido, el pupilo de Andrés Schneiter ensayó algunas variantes, probando con distintas velocidades en su servicio y también en la devolución. Precisamente este último factor le funcionó en el undécimo juego del primer parcial, donde quebró. No obstante, tras desperdiciar seis puntos de set, su adversario le quebró de vuelta y forzó el tie break. Lo que vino después fue desastroso. El brasileño aprovechó el aire y ganó el desempate con un cómodo 7-1.

Después de ser atendido por el médico del torneo, Garin, muy compungido, decidió retirarse para no seguir arriesgando su condición física, de cara a los próximos torneos, incluida la próxima Copa Davis, para la que está seriamente en duda. El público, muy comprensivo entendió y aplaudió al número uno del país, quien abandonó con bastante tristeza.

Esta vez, una lesión impidió que el Tanque pudiera celebrar un título por primera vez en el país, ya que apresar de su exitosa trayectoria nunca ha podido levantar una corona profesional en el país.