La Conmebol le metió mano a la Copa Sudamericana y desató la controversia. La entidad que rige al fútbol sudamericano introdujo modificaciones que, según su explicación oficial, apuntan a otorgarle mayor dinamismo y a aumentar la exigencia tanto en la fase de grupos como en los octavos de final. En ese contexto, hay una medida que genera discusión: que la fase preliminar se dispute en partido único y no en duelos de ida y vuelta, como ha sido tradicional en el torneo.
La tensión llega a tal punto que tres de los clubes chilenos que participan en la competición elevaron una nota de reclamo. ““Por medio de la presente carta los cuatro clubes chilenos clasificados a la edición 2023 de Copa Conmebol Sudamericana queremos expresar nuestra profunda desazón y molestia respecto del formato de competición presentado ayer lunes 19 de diciembre para la referida copa”, introducen. “En especial en lo que se refiere al sistema de partido único que se implementará para la primera fase de la copa (Fase Preliminar), que resultó una total sorpresa para el mundo del fútbol, porque introduce un sistema que atenta contra todo criterio futbolístico y de justicia deportiva”, consignan.
Universidad Católica, Cobresal y Palestino la rubricaron. Audax Italiano, que originalmente aparecía entre los firmantes, se desmarcó de la protesta, que llegó a la ANFP, con el claro objetivo de que fuera derivada a la sede de la entidad que preside Alejandro Domínguez.
La explicación
La explicación radica en el cruce que se produce entre los dos torneos de clubes que organiza la Conmebol. Los que participan en la Sudamericana consideraban injusto que quienes remataran segundos en sus grupos quedaran eliminados incluso habiendo sumado más unidades que los primeros o que los que llegaban al torneo después de haber terminado terceros en sus lotes en la Copa Libertadores. El alzamiento no solo incluye a los clubes chilenos. En Uruguay, Paraguay y Ecuador adhirieron a la postura.
En esa línea, la Conmebol accedió a la disputa de un repechaje entre los que llegaban a la Sudamericana después de ser terceros en sus grupos en la Libertadores y los que rematen en el segundo puesto en su grupo en la primera competición.
Ahí radica, al menos desde la perspectiva oficial, el lío y la explicación: el mentado repechaje le añade dos semanas al calendario futbolístico que no estaba prevista y que, por tanto, había que encontrar. Y en ese escenario, se optó por eliminar una semana del calendario de las competencias, que se sacó, precisamente, del que pudo haber sido el partido de vuelta de la primera fase de la Sudamericana.
Cuestión de costos
Los clubes que se manifestaron aluden, principalmente, al aspecto deportivo. “Creemos que un cambio de tanta relevancia debería haber sido informado o discutido con las Federaciones y clubes afectados con mayor antelación y no tres días antes del sorteo, ya que nos dejan un escaso margen de planificación y reacción. Consideramos que el nuevo formato de partido único afecta directamente a la justicia deportiva y le resta equidad a un aspecto clave de nuestro deporte, al establecer la definición a partido único y mediante sorteo de la localía, afectando directamente al equipo que no tendrá derecho a jugar de local, tanto desde lo deportivo hasta en lo económico”, puntualizan en la carta.
El último aspecto, sin embargo, es esencial a la hora de entender la molestia. “Otro factor muy importante a considerar es el económico, en el comunicado entregado ayer por Conmebol no se especifica si la recaudación de dicho partido irá en su totalidad para el equipo que juegue de local o será repartida en partes iguales entre los clubes que se enfrentan. Sin embargo, sea cual sea la solución para este punto, también se genera una potencial merma respecto al haber jugado la llave en formato ida y vuelta, puesto que no todos los clubes tienen el mismo poder de convocatoria y las capacidades de los estadios son diametralmente diferentes en varios de los clubes participes”, añadían.