La familia que Kobe Bryant deja huérfana
El exjugador de Los Lakers, que falleció este domingo junto a su hija mayor, tiene otras tres hijas junto a su esposa, Vanessa, con quien se casó a los 20 años
La tragedia ha sacudido este domingo el mundo del baloncesto con la muerte de Kobe Bryant, exjugador de Los Angeles Lakers de 41 años, en un accidente de helicóptero en el que iba acompañado por su hija de 13 años, Gianna, y otras siete personas. Entre ellas se encontraban Alyssa Altobelli, compañera de equipo de baloncesto de la hija de Bryant y sus padres, John Altobelli, de 56 años, entrenador principal del equipo de béisbol Orange Coast College y su esposa Keri Altobelli, que dejan huérfanos a otros dos hijos, Alexis y JJ Altobelli. En el accidente también falleció Christina Mauser, entrenadora de baloncesto femenino de Harbor Day School y esposa de Matt Mauser, cantante de un grupo de música llamado Tijuana Dogs.
Todos ellos se dirigían desde la zona de Los Ángeles en la que vivían a un partido de baloncesto que debían jugar las niñas contra un equipo de Fresno. Un vuelo de unos 120 kilómetros que decidieron abordar, a pesar de la niebla, para evitar el tráfico de la ciudad. Las causas exactas del accidente y la identidad de los otros dos ocupantes que todavía no han sido identificados llegará con el paso de las horas o los días. Nada de ello evitará la tragedia que se ha abatido sobre las familias de los fallecidos.
La estrella de Los Lakers estaba casado con Vanessa Bryant, nacida en California pero de origen latino, ya que su madre es mexicana y el español es el idioma en el que habla normalmente. Un hecho que determinó que su marido lo aprendiera y se manejara en él con soltura. La pareja se conoció en 1999 durante el rodaje de un videoclip cuando Vanessa tenía 17 años y Kobe 20 y ya jugaba en Los Lakers.
Las crónicas cuentan que la atracción entre ambos fue inmediata y que en cuanto ella, que era bailarina, cumplió 18 años anunciaron su compromiso a pesar de que los padres del jugador se opusieron en un principio porque no era afroamericana. Un hecho que llegaron a manifestar públicamente y que zanjaron después de la boda con un seco: "Es su vida", que pronunció el padre del deportista Joe Jellybean Bryant. Tampoco le gustó mucho la decisión a su compañero Michael Jordan, pero en su caso lo que le recordó es que era demasiado joven para casarse.
La pareja se casó en 2001 en la capilla de Saint Edwards, de Dana Point (California), y dos años después se enfrentó a su momento más crítico cuando Kobe Bryant fue acusado de violar a una joven de 19 años que trabajaba como empleada de un hotel de Colorado, Estados Unidos. El caso se desestimó un año después pero el deportista reconoció que había mantenido relaciones consensuadas con ella. Para agradecer el perdón de su esposa, le regaló un anillo de diamantes valorado en cuatro millones de dólares y dijo de ella que era "su ángel". Hubo otros rumores de infidelidad y la segunda crisis del matrimonio llegó en 2011, cuando Vanessa Bryant inició un proceso de divorcio que finalmente no llegó a producirse.
Estas tormentas sentimentales parecían haber encontrado un remanso de paz en los últimos años. Desde que Bryant se retiró del baloncesto activo en 2016, estaba dedicado a su familia. El matrimonio tenía cuatro hijas: Gianna, que viajaba en el helicóptero junto a su padre en el momento del accidente, Natalia, Bianca y Capri Kobe, que nació hace solo siete meses y a quien llaman Coco. Precisamente poco antes del nacimiento de su última hija, Kobe Bryant declaró su amor a su esposa en Instagram con motivo de su aniversario de boda con una fotografía de juventud de la pareja que iba acompañada del siguiente texto: "Hace 20 años, conocí a mi mejor amiga, mi reina Vanessa. Decidí llevarla a una cita en Disneyland esa noche para cenar al estilo de la vieja escuela. Te amo mi mamacita por siempre", escribió en su aniversario junto a una imagen del matrimonio cuando aún eran novios. Ese día, la pareja rememoró aquella cita y viajó a París, dejando a sus cuatro hijas en casa.
Ahora, esa familia se ha roto para siempre y Vanessa, Natalia, Bianca y Coco tendrán que superar la pérdida del marido y padre, y de la hija y hermana. Gianna, la segunda de las hijas de la pareja, había heredado la pasión de su padre por el baloncesto y en la familia la llamaban Mambacita en referencia al apodo, Black Mamba, por el que se conocía a su padre dentro del deporte en el que llegó a lo más alto. El jugador había sido visto recientemente junto a su hija Gianna en un partido de Los Lakers donde manifestó que lo había pasado muy bien porque era "la primera vez que veía un partido a través de los ojos" de su hija.
Cuando le preguntaban si creía que Gianna llegaría a jugar en la NBA como él, no dudaba en afirmar sonriente: "Por supuesto. Siempre me preguntan que si me hubiera gustado tener un hijo para seguir mi legado y digo, no hace falta, la tengo a ella". A lo que añadía: "Algunas querrán jugar en la NBA femenina, otras no, lo que intentamos es darles una base y que comprendan la cantidad de trabajo y preparación que se necesita para llegar a la excelencia", como le dijo a Jimmy Kimmel en una entrevista en 2018. El presentador ha dicho ahora que lo que más le impresionó de Bryant en aquel encuentro fue lo implicado que estaba en la educación y crianza de sus cuatro hijas. En 2018, el jugador de baloncesto llegó a ganar el Oscar al mejor corto de animación por Dear Basketball, una historia que la crítica calificó como un cuento para leer a los niños antes de desearles felices sueños.
Michael Jordan también ha hecho referencia a esta faceta familiar de Bryant en las declaraciones que ha realizado después de su muerte: "Era como un hermano pequeño para mí. Solíamos hablar a menudo y extrañaré mucho esas conversaciones. Era un competidor feroz, uno de los grandes del juego y una fuerza creativa. Kobe era también un padre increíble que amaba profundamente a su familia y se enorgullecía del amor de su hija por el baloncesto".
La muerte de Kobe Bryant sorprendió también ayer a los jugadores de la serie de torneos de la Compa Mamba, creada por él para que los jóvenes tuvieran una competición de baloncesto de alto nivel adecuada a su edad. Cuando se enteraron de la muerte de Bryant, los entrenadores y los niños que participaban en esta competición pararon sus partidos para rendir un sentido homenaje a su fundador. Lo mismo que han hecho miles de aficionados, compañeros de profesión y deportistas en general, que no han dudado en mostrar sus condolencias a través de las redes sociales.
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