Al minuto 61, Lautaro Martínez clavaba un golazo al ángulo y el Inter se llenaba de esperanza. Se imponía por la cuenta mínima y quedaba a sólo un gol de igualar la serie ante el Liverpool, por los octavos de final de la Champions League. Sin embargo, dos minutos después, vendría una pesadilla para el cuadro lombardo y para Alexis Sánchez, de buen partido hasta ese fatídico momento.
El chileno, quien se había ganado tarjeta amarilla en los descuentos del primer tiempo, estiró su pierna para intentar ganar un balón ante el brasileño Fabinho. Tocó la pelota, pero luego el mediocampista le cambia la trayectoria inicial y, luego de eso, el tocopillano golpea con el pie en plancha. El árbitro español Antonio Mateu Lahoz no dudó: doble amarilla y roja para el goleador histórico de la Roja, que se quedó en el piso, incrédulo y resignado por lo ocurrido. Simone Inzaghi, también incrédulo, sólo atinó a tocarle la cabeza al delantero cuando iba camino al túnel. Al final, la expulsión mermó al conjunto italiano, que no pudo ir por el tanto para igualar la llave: ganó por la cuenta mínima, pero no alcanzó.
Ya se había salvado antes
En los descuentos del primer tiempo Sánchez ya había realizado una acción en la que fácilmente pudo ver la roja. En un balón dividido, clavó la planta de sus zapatos en la pierna de Thiago Alcántara. El VAR no llamó y el partido continuó, para fortuna del chileno.