15 años tuvieron que pasar para que Mauricio Isla regresara a Chile. El Huaso, uno de los pilares de la Generación Dorada, cumplió este sábado algo que había sido su sueño desde niño: debutar en el fútbol nacional. Lo hizo en la Copa Chile, con la camiseta de la Universidad Católica, el club que lo formó, pero en el que no pudo hacer su estreno como profesional, pues, en 2007, emigró al Udinese italiano.

El resto de su carrera es historia. Una destacada carrera en Europa y, sobre todo, en la Roja, con la que se consagró bicampeón de América, siendo pieza clave. En San Carlos de Apoquindo y a sus 34 años, el oriundo de Buin cumplió quizás la última gran deuda que tenía con sí mismo. Una espina que por fin pudo sacarse.

Sobre cómo iba a ser el recibimiento para el carrilero por parte de los fanáticos generó incertidumbre en la previa. Pese a estar ligado a la UC toda su juventud, Isla confesó en reiteradas oportunidades ser hincha de la Universidad de Chile, razón por la que su arribo al cuadro cruzado generó división en la parcialidad de su nueva escuadra.

Lo cierto, sin embargo, es que el público que asistió a San Carlos de Apoquindo le manifestó cariño. De hecho, apenas salió a la cancha para hacer el trabajo precompetitivo fue ovacionado por la mayoría de los presentes. Cuando su nombre se escuchó por los altoparlantes, una que otra pifia sonó en el recinto de Las Condes, pero no fueron suficientes como para opacar el aliento de la hinchada a su nuevo refuerzo.

Ante los ojos del público cruzado, el Huaso lució toda su experiencia. En la previa del cotejo, se le vio entregándole instrucciones a Daniel González y Tomás Asta-Buruaga, dos de sus compañeros en la zaga. Y apenas sonó el silbato inicial, fue protagonista. No dio pelota por perdida, recuperó, desbordó y mostró buen toque, asociándose de gran manera con José Pedro Fuenzalida.

Poco tardó también en exhibir su faceta de asistidor. De hecho, muy temprano fue clave en la apertura de la cuenta, dándole una soberbia asistencia a Marcelino Núñez en el 1-0, tras una gran jugada colectiva. En el complemento, la UC bajó un poco la intensidad, pero siguió dominando.

Y el Huaso, por su parte, siguió realizando una destacada presentación que coronó con otro pase de gol a Diego Valencia, en los 78′. El joven delantero repitió 10 minutos más tarde, finalizando una jugada que comenzó en los pies del carrilero. En su primer partido, Isla demostró que tiene mucho que entregar en su país.

“Es algo sentimental. Volver a casa... La mayoría de los chilenos saben que tuve un pasado muy lindo en la Católica, desde los nueve años. Tenía la necesidad de volver, para estar con mi familia. Quería saber lo que era el fútbol chileno. Estoy contento por el triunfo, por los compañeros. El jueves tenemos un partido muy difícil. Estoy contento por el resultado y ahora a descansar”, declaró el Huaso a TNT Sports tras su estreno en uno de los torneos nacionales.

“Estuve tres o cuatro días parado, por los documentos y las conversaciones. Llevo dos o tres días trabajando con el equipo. Me acostumbré lo más rápido posible. Estoy feliz de volver a casa”, añadió.

Isla también se refirió a la sociedad que exhibió junto a Fuenzalida: “Yo sé cómo juega el Chapa. Creo que es un líder dentro y fuera del campo. Tuvimos la oportunidad de estar en la Selección. Estamos también para que crezcan los jugadores jóvenes. Hoy lo demostró Marcelino”.

“Para los jóvenes no es fácil. Para Daniel, pasar de Wanderers a la Católica... Es un jugador muy humilde que quiere trabajar y queremos ayudarlo en eso”, añadió.

Sobre el duelo ante Sao Paulo, por la Copa Sudamericana, aseguró: “Es un partido muy importante. La Católica quiere eso. Tenemos un equipo importante. San Felipe hizo un partido correcto”.

Finalmente, le dio las gracias a la fanaticada cruzada. “Agradecido de los hinchas. Cuando vine con el Flamengo. Tomé todo el cariño de ellos. Muchas cosas se hablan anteriormente, cuando yo era niño”, concluyó.