Luis Jiménez fue la figura de Palestino. Al punto que sus compañeros le dedicaron la victoria sobre Audax Italiano. "Que de la mano de Luis Jiménez, todos la vuelta vamos a dar", cantaban apenas terminó el partido ante los floridanos. Una muestra de respeto hacia la trayectoria de un jugador que eligió terminar su carrera en el club que lo formó.

El Mago no cabía en sí de felicidad. Y no lo disimulaba. "Espectacular. Soñado. No conté los metros que recorrí con la pelota. No sé. Se levantó. Dios pateó conmigo", relató, emocionado, a la transmisión del CDF respecto del disparo que alcanzó los 144 kilómetros por hora para vencer la puerta de Joaquín Muñoz.

En tanto, Agustín Farías, otro jugador icónico para la escuadra árabe, también se emociona. "Uno se entrena todo el año para algo así. El club no era campeón hace 40 años y pudimos hacerlo nosotros. Feliz, orgulloso de este grupo", dice el transandino. Sin embargo, también recuerda la dura situación que atraviesan en el Campeonato Nacional. "Pasamos momentos malos, que todavía seguimos estando en el torneo. Nos falta todavía lo más importante, que es quedarnos en Primera", manifiesta.