La fiesta sale al mundo
La semana pasada hubo tres partidos fuera de Estados Unidos y Canadá. Un éxito. En México, más de 40 mil personas vieron dos juegos.
En 1978, por primera vez en la historia de la NBA, una franquicia de la liga salió de suelo estadounidense para disputar un partido. Aunque se trató de un encuentro amistoso, el duelo entre los Washington Bullets y el Macabbi Tel Aviv que se llevó a cabo en Israel marcó un hito. Fue el primer paso de una expansión que continúa hasta el día de hoy de la liga más globalizada del mundo.
A más de 38 años de ese partido, que terminó en favor de los norteamericanos, la NBA continúa con su política de llevar la liga a todos los rincones del mundo. El último ejemplo lo vimos la semana pasada, cuando Londres y Ciudad de México recibieron partidos de temporada regular.
En ambas ciudades se vivió con todo la fiebre de la NBA. Entradas agotadas tanto para el O2 londinense como para el Arena del Distrito Federal. De hecho, en este último recinto se batió el récord de público para un partido de la liga jugado fuera de suelo estadounidense o canadiense. En total, 20.532 personas asistieron a la victoria de Phoenix Suns sobre San Antonio Spurs el último sábado.
Días antes, cuando los Suns enfrentaron a los Dallas Mavericks en el mismo recinto, también hubo poco más de 20 mil espectacores. Un hecho que confirma que la expansión sigue siendo un negocio rentable y que el mercado de la NBA no tiene límites. Y entre los propios dueños y los jugadores, ven con buenos ojos desembarcar en suelo azteca con una franquicia.
"Me encantaría tener un equipo aquí. Sería algo muy bueno para nuestro deporte", reconoció Mark Cuban, el excéntrico dueño de los Mavericks, quien en plena campaña presidencial de los Estados Unidos, y parafraseando al mismísimo Donald Trump, aseguró apenas se anunciaron los dos juegos de temporada regular en México: "Los partidos servirán para derribar muros y fronteras".
Manu Ginóbili, el máximo embajador latino en la NBA, también le hizo un guiño a la posibilidad de llevar un equipo a suelo azteca. "México está a dos horas y se hace más sencillo que ir a Canadá. Si querés seguir al Sur de Latinoamérica se complicaría un poco, pero al básquetbol, a la NBA y a la gente le viene bárbaro", sostuvo.
En total, han sido 164 partidos los que se han jugado fuera de Estados Unidos o Canadá, los países que agrupan las franquicias de la liga. Considerando los tres partidos que se disputaron entre Londres y Cuidad de México la semana pasada, ya son 10 los juegos de temporada regular. Y de acuerdo al éxito y a la fiebre que se vivió en ambas sedes, sin duda que la liga sigue creyendo que éste es el camino para popularizar aún más la NBA.
Y es que tal como aseguró Raúl Zárraga, director de la NBA en México, sólo en ese país hay "cerca de 12,5 millones de personas que consumen los contenidos" de la liga "en diferentes plataformas". Si eso se traslada a los otros países donde tiene también un impacto muy grande, como Inglaterra, China o Brasil, sin duda que el campeonato de baloncesto no tiene techo. Ni siquiera la National Football League (NFL) del fútbol americano, con el famoso Súper Bowl que bate récords de audiencia permanentemente, cuenta con el atractivo puertas afuera del que goza el básquetbol norteamericano. Ahí está el secreto del éxito de una fiesta que no conoce fronteras, como quedó demostrado la semana pasada.
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