26 de junio de 2016. Francisco Silva remata desde el punto penal, vence a Sergio Romero y le da a Chile la segunda Copa América a la Roja, en el MetLife Stadium de Nueva Jersey. Esto pasó hace tres años. Luego de 1.083 días, vuelve el torneo de selecciones más antiguo del mundo, la versión número 46 de la Copa América, una que puede marcar un punto de quiebre para sus participantes: despegar o retroceder.

La Selección de Reinaldo Rueda tiene la difícil tarea de defender el bicampeonato, tras un año de transición a cargo del colombiano, con la herida aún fresca de mirar el Mundial de Rusia por televisión y conformarse con amistosos.

De esta manera, Chile volverá a jugar un partido oficial después del cierre de las Eliminatorias, en octubre de 2017. Pero el estreno del monarca será recién el lunes. Esta noche, en el Morumbí, abre el torneo el anfitrión y el gran candidato a la corona de América.

La Copa del Mundo de 2014 terminó siendo una decepción para Brasil, en su casa. Ahora tiene una nueva opción para ser campeón jugando de local, aunque tendrá que afrontar la misión sin su mejor jugador: Neymar. El reto para Tite será disimular la falta del crack con la irrupción de nuevos nombres. El propio DT no esconde el favoritismo del Scratch. "Para ganar hay que jugar bien", apuntó. Añadió que Argentina, Uruguay y Colombia también están entre las escuadras candidatas.

El Morumbí recibe el choque de los extremos, entre el poderío de Brasil, el equipo más caro del certamen, contra la incertidumbre de Bolivia, el plantel de menor valor de mercado, que tiene solo a tres de sus nominados jugando fuera de su país.

Parte una Copa América tan apetecida como millonaria, puesto que repartirá 70 millones de dólares entre los participantes.