No hay más. El todo por el todo. Meses de preparación reducidos a 90 minutos. El objetivo es uno solo: la final de Rusia 2018. Y los aspirantes, en la primera semifinal, dos. La Francia de Didier Deschamps, por un lado. La Bélgica de Roberto Martínez, en la otra trinchera. Los dos equipos más sólidos en lo que va del Mundial.

Ninguno de los dos ha perdido en el torneo. Los Diablos Rojos, eso sí, marcan un tranco perfecto: cinco triunfos en cinco partidos. Y ante candidatos como Inglaterra o Brasil. Los galos tampoco saben de derrotas, aunque manchan su rendimiento con el hasta ahora único empate sin goles de la cita planetaria (conveniente con Dinamarca). Botaron sin apelaciones a Argentina y Uruguay. Y por eso el choque de hoy promete sacar chispas. Son los dos equipos con mejor rendimiento en suelo ruso (100 contra 86,6%).

Será un duelo emotivo. Hay varios enfrentamientos entre amigos. Lloris comparte con Alderweireld, Vertonghen y Dembélé en el Tottenham; Mendy, Kompany y De Bruyne son compañeros en el Manchester City; Vermaelen y Umtiti son colegas en el Barcelona, mientras que Pogba y Lukaku hacen lo propio en el United.

Ambos planteles, además, cuentan con jugadores que han hecho méritos suficientes para ser considerado el mejor del torneo. Griezmann y Mbappé por el lado de Les Bleus; Lukaku y Eden Hazard, por los belgas. Ambas duplas han anotado seis goles por sus escuadras en Rusia. Incluso ahí las fuerzas son parejas.

Bélgica deberá lidiar con la baja de una pieza clave: el defensor Thomas Meunier, quien quedó suspendido por amarillas. Tan importante es la ausencia del lateral derecho del PSG, que el técnico Martínez no quiso adelantar si jugará con tres o cuatro zagueros.

Al frente, Francia celebra el regreso de Matuidi, quien purgó su castigo. Y hasta ayer aún tenían en observación al central Umtiti, clave en la solidez que han mostrado los franceses en retaguardia.

Se acabó la espera. Francia y Bélgica saldrán a buscar al primer finalista. El duelo promete y para muchos, de aquí sale el campeón.