La final de la Copa América, entre Brasil y Argentina, tendrá público en las tribunas. Poco, pero tendrá. Las autoridades de Río de Janeiro permitieron el ingreso de cuatro mil fanáticos al estadio Maracaná, que será el escenario en que la Verdeamarilla y la Albiceleste dirimirán al nuevo campeón del continente.
Los cupos serán repartidos en partes iguales para cada país. En el caso de Argentina, la distribución de las localidades estará a cargo del consulado en Río de Janeiro, que las distribuirá gratuitamente. Previamente, eso sí, los fanáticos elegidos deberán someterse a un test de antígenos que permita descartar que estén contagiados de coronavirus. Dentro del estadio, deberán mantener el distanciamiento social.
Habrá otras 150 personas que también podrán asistir, aunque en localidades más exclusivas. En ese caso, se utilizarán las tribunas preferenciales del recinto.
En la Libertadores se hizo
A esas cifras hay que agregarles la presencia de otras 600 personas, entre las respectivas delegaciones, el personal de apoyo, los encargados de la transmisión televisiva, la seguridad y las autoridades.
En enero, el Maracaná había sido la sede de la final de la Copa Libertadores. En esa oportunidad se permitió un aforo del 10 por ciento de la capacidad del recinto, una medida que fue bien evaluada por las autoridades sanitarias.