El Mundial de 2030 es un evento que, a pesar de estar a seis años de su realización, ya le trae malos recuerdos a Chile. El país fue integrante de la candidatura sudamericana a organizarlo, junto a Argentina, Uruguay y Paraguay. Sin embargo, fue el único de la ya singular postulación que quedó al margen de la también peculiar salida que encontró la FIFA para congeniar los múltiples intereses que hay detrás de un evento de esta categoría: lo organizarán España, Portugal y Marruecos, aunque los países de esta región del mundo que, finalmente, fueron considerados albergarán duelos inaugurales. La Conmebol se deshizo en disculpas y la FIFA compensó con la asignación de la sede del Mundial Sub 20 de 2025.
La organización del evento está en plena marcha. En Europa, naturalmente, con la ventaja que ofrece una capacidad económica y organizativa muy superior a la que puede ofrecer Sudamérica. De hecho, en el Viejo Continente aseguran que ya se empiezan a tomar las primeras medidas concretas respecto de los choques que albergará un extenso calendario.
El estadio de la final
En esa línea, por ejemplo, el diario español Marca anuncia que hay una determinación que ya está adoptada: la final se jugará en el estadio Santiago Bernabéu, en Madrid. La decisión se conoce a 28 días de que venza el plazo para que los países organizadores presenten la lista de recintos y ciudades en los que pretenden acoger el megaevento, el primero que se realizará en tres continentes distintos: América, Europa y África.
La casa del Real Madrid recibió hace poco una profunda remodelación. De hecho, se le dotó de una cubierta retráctil que le permite recibir partidos con lluvia y que, además, le brinda un especto virtualmente futurista al diseño del tradicional coliseo.
La FIFA dispuso que en la lista de posibilidades debe haber al menos 14 estadios. De ellos, la mitad debe estar construido.
Las opciones
España es el país que cuenta con una mayor cantidad de recintos aptos para recibir el torneo. Además del Bernabéu, figuran el Metropolitano, también en la capital, y el nuevo Camp Nou, en Barcelona, que también cuenta con el Stage From Stadium, del Espanyol. El San Mamés, el Reale Arena, La Cartuja, La Romareda, el Gran Canaria y Riazor completan la lista de opciones que el país ibérico pondrá sobre la mesa. Los hispanos ya tienen una experiencia significativa en este tipo de certámenes: organizaron el de 1982, al que clasificó Chile, aunque fue eliminado en la primera ronda.
Marruecos cuenta con seis recintos deportivos en condiciones de asumir el compromiso: Gran Estadio de Casablanca (Casablanca), Ibn Batouta (Tánger), Estadio de Marrakech (Marrakech), Príncipe Moulay Abdellah (Rabat), estadio de Agadir (Agadir) y estadio de Fez (Fez).
En tanto, Portugal tendrá un menor protagonismo, pues ofrecerá solo tres: el Da Luz, donde habitualmente es local el Benfica; el José Alvalade, del Sporting, ambos en Lisboa, y el Do Dragao, que habitualmente recibe los partido del Porto en condición de anfitrión.