La finalista invencible: Naomi Osaka consigue su cuarto grande en Australia

Otra instancia decisiva en un Grand Slam y otro título para la japonesa. Ya son cuatro, en la misma cantidad de intentos. Implacable, levantó el trofeo tras vencer a Jennifer Brady por 6-4 y 6-3.



Naomi Osaka (3°) lo ha vuelto a hacer. Levanta el título en Australia y logra su cuarto grande, en cuatro finales disputadas. Nadie le ha ganado en una definición de Grand Slam y la nipona no tiene intenciones de perder esa estadística. A las dos victorias en Nueva York hoy se suma una más en Melbourne, donde ya había sido campeona en 2019. Su rival en esta ocasión fue Jennifer Brady (24°), a quién batió por 6-4 y 6-3 en un compromiso parejo, pero donde la japonesa demostró por qué es el presente y el futuro del tenis femenino.

Pese a la diferencia en los rankings, el partido pintaba parejo. Ambas tenistas destacan por la altísima velocidad de pelota que generan, provocando muchas veces el error de su rival. En la noche australiana eso no cambió. Pese a que Brady comenzó más nerviosa y le costó asegurar sus primeros juegos, rápidamente fue tomándole el gusto a la instancia.

Emparejó las cosas en el tres iguales y de ahí puro suspenso. Igualadas en casi todo, la que ahora era presa del pánico era la japonesa. A Naomi se le vio dubitativa y acelerada, pero no por eso errática. Mantuvo los papeles y se puso 5-4 arriba. Ahí llegó el desliz de Brady, uno que le costó muy caro.

De tener dominado su juego de servicio a ser quebrada en un abrir y cerrar de ojos. Un error cuando jugaba el punto definitivo terminó por darle el primer set a Naomi. Y cuando juegas con una tenista como la japonesa, a veces un set es demasiada ventaja.

Osaka asumió la responsabilidad y no dudó. Ayer le preguntaron en rueda de prensa sobre su rendimiento en finales y Osaka fue clara. “Nadie recuerda los segundos lugares, por eso juego mucho más intensa esos partidos”, declaró la japonesa. En la Rod Laver Arena demostró que no era una frase para la galería. Cuando vio que tenía la victoria, presionó y tiró por el suelo las aspiraciones de la norteamericana.

Quiebre arriba y un tenis profundo. Servicio mantenido y 3-0 en el segundo. Después otro quiebre y el partido a ocho puntos de definirse, un 4-0 sin apelaciones para la japonesa. Brady que sabía que estaba en la cornisa, tiró todo lo que le quedaba y logró ganar tres juegos, para darle un poco más de tenis a los espectadores que llenaron, en la medida de lo posible, Melbourne Park. La japonesa terminó ganando 6-3.

Naomi Osaka gana nuevamente un Grand Slam, es el cuarto ya. Cantidad asombrosa para una jugadora que recién tiene 23 años. Todo está servido para que la japonesa tome el relevo de Serena, si es que ya no lo tomó. Actualmente solo cuatro las jugadoras activas que tienen cuatro o más grandes. A Williams (39 años), Kim Clijsters (37) y Venus (40) hoy se suma la nipona. La diferencia de edad es abismal.

Segundo título en Australia y el número dos del mundo recuperado, para la mejor tenista del circuito actualmente. Un comienzo de año soñado, donde tres objetivos asoman como prioritarios: Los juegos de Tokio, volver a la cima del ranking y poder levantar un grande en una superficie distinta al cemento. Hasta ahora solo han caído Australia y Estados Unidos. El tiempo y el tenis le sobran, por lo que parece inevitable que Naomi cumpla cada meta que se proponga. Todo parece servido para que una nueva tenista marque época. Los fanáticos se sientan y disfrutan.

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