Colo Colo ya satisfizo una de las necesidades que había planteado Jorge Almirón. Sin dudas, la más apremiante. El arribo de Javier Correa le permite al Cacique contar con un nuevo referente ofensivo. La partida de Damián Pizarro y el inestable rendimiento de Guillermo Paiva, sumados a la necesidad de contar con un referente potente para el choque ante Junior de Barranquilla, por la Copa Libertadores justifican el millonario desembolso para fichar al ahora exgoleador de Estudiantes de La Plata, quien será presentado hoy en el Monumental. El directorio albo coincidió en la apuesta. Para el evento, de hecho, Aníbal Mosa invitó a todos sus integrantes, en una señal de unidad.
Ahora, van por la otra. La segunda necesidadd en la lista de prioridades es la de fichar un lateral derecho. El rendimiento de Óscar Opazo no convence plenamente al técnico y detrás del porteño tampoco hay alternativas demasiado potentes. Están Bruno Gutiérrez y Jeyson Rojas.
Por el Huaso
En Macul procuran hacer bien las cosas. Dicen que hay lecciones aprendidas. En la gestión pasada, por ejemplo, eran habituales las quejas por la falta de participación en las decisiones futbolísticas. En la actual afirman que las instancias para dialogar y, si es necesario, debatir, están abiertas. Y exponen como muestra que el arribo de Correa fue posible gracias a un acuerdo corporativo.
En el del carrilero derecho, la lógica es similar. En las distintas discusiones de la Comisión Fútbol, se llegó a la conclusión de que hay cuatro nombres que cumplen el perfil para defender esa banda: Mauricio Isla, Felipe Loyola, Matías Catalán y Nicolás Fernández. El primero seduce especialmente por su experiencia y jerarquía. Los dos siguientes tiene la actualidad suficiente como garantizar un rendimiento acorde con las necesidades, pero en ambos casos la traba es el alto precio que establecen sus clubes de origen: Talleres y Huachipato.
El fichaje de Isla se ve, en ese escenario, más factible, aunque las tratativas, igualmente, necesitarán esfuerzos conjuntos. Hay una señal concreta en ese sentido. Hace unas semanas, la dirigencia de Independiente fijó en US$ 600 mil el monto para permitir que el jugador deje el club. La cifra, aunque resulta elevada para un jugador de 36 años, no amilanó al Cacique. La idea, eso sí, es bajarla.
La jugada
En Macul apuestan a que Isla se desligue de los Diablos Rojos para entrar en una franca negociación de sus condiciones personales. Por el momento, afirman que ambas partes están interesadas en vincularse. El buinense, a su vez, tiene un argumento para, al menos, conseguir una rebaja en el monto que el club de Avellaneda le conceda la libertad de acción: compromisos económicos pendientes que permitirían disminuir el valor de la cláusula.
El modelo tampoco es extraño en una negociación que implique a Independiente y Colo Colo. Un mecanismo similar permitió que Leandro Benegas llegara al Cacique en enero de 2023. Por esos días, un atribulado club rojo necesitaba descargar su planilla de gastos mensuales. En Macul, entonces por petición de Gustavo Quinteros, no dudaron en quedarse con el ariete.
Isla, naturalmente, recibirá un sueldo millonario si logra destrabar su salida. Y Almirón volverá a sonreír.