La fórmula que eleva a Coquimbo Unido en el día en que puede coronarse como Campeón de Invierno
Los piratas escoltan a la U al término de la primera rueda, pero pueden superarla si ganan el partido que tienen pendiente. Se sobrepusieron a la enfermedad de su técnico y fijaron una política institucional respecto del interés por sus principales figuras, como Luciano Cabral.
Coquimbo Unido figura circunstancialmente en el segundo puesto de la tabla, a un punto de Universidad de Chile. Los piratas pueden perfectamente cerrar en la primera rueda en lo más alto de la clasificación del Campeonato Nacional, si vencen a Palestino en el partido que tienen pendiente, con lo que redondearían una campaña de ensueño, en la que incluso han sido capaces de enfrentar una seria adversidad: la ausencia de su técnico. Fernando Díaz, quien tuvo que ser internado por una severa neumonía, aunque ya se reincorporó a los trabajos del equipo pirata.
Los piratas son, en efecto, una combinación de factores. Un equipo de picados y resucitados que han tenido que superar dificultades deportivas (varios de ellos conocieron la experiencia del descenso) e, incluso, de vida. En esta última categoría, la experiencia de Luciano Cabral, quien estuvo más de cuatro años preso por un homicidio en Argentina y volvió al fútbol para transformarse en la figura más atractiva del Campeonato Nacional, es emblemática. El Nano, como ya lo había hecho en otras gestiones, como las que desarrolló en Universidad de Concepción y Ñublense, ha sido capaz de generar una estructura sólida que ni siquiera se resintió cuando no lo tuvo al borde de la cancha y el rol de entrenador lo ejerció su ayudante, Esteban González, respaldado muy de cerca por el golero suplente Miguel Pinto.
Díaz también responde a esa lógica. Llegó al club en agosto de 2022, después de un paso por Unión Española que incluyó un cambio de roles, pues ejerció la gerencia deportiva, aunque después volvió a dirigir y fue reemplazado por Ronald Fuentes. Por esos días, Coquimbo lo estaba pasando mal: ocupaba el último puesto de la tabla. Logró salvar la categoría.
La relación con Morales
Coquimbo Unido fue uno de los clubes relacionados en su propiedad con un representante de jugadores. En rigor, a diferencia de lo que sucede con otras instituciones, nunca la escondió. Hay que prestarle especial atención a la conjugación verbal, porque en el puerto afirman que la relación con el intermediario Sergio Morales terminó hace un año. Al menos, la que dice relación con el control del club, que en su caso bordeaba el 25 por ciento de las acciones. En la región homónima explican que el paquete correspondiente al agente fue adquirido por el club y repartido entre los actuales accionistas. La relación con Morales se remite, ahora, a su rol de representante de algunos de los jugadores que militan en el actual plantel. “Ahora, su relación con el club es solo a través de los jugadores que representa. Por lo demás, cuando fue concesionario o propietario, siempre fue transparente en esa relación”, explican en la entidad.
En la orgánica del club que preside Jorge Contador aún existe un Morales, perteneciente al clan. Es Pablo, el hijo de Sergio, quien ocupa la gerencia general del club, una determinación que, según explican en la dirigencia pirata, obedece a la competencia que demostró el ejecutivo y a la confianza que generó en el directorio. “Si sigue en el puesto es porque demostró capacidad, no porque sea el hijo de Sergio Morales”, explican. El otro gerente es Pablo Ramírez.
Jugadores picados
Coquimbo Unido sabe de alturas y también de sinsabores. Sin ir más lejos, la contradictoria campaña de 2020 es un fiel reflejo. Ese año, marcado por la pandemia, el club pirata alcanzó las semifinales de la Copa Sudamericana, pero terminó descendiendo a Primera B, producto de la imposibilidad de compatibilizar ambas exigencias con un plantel limitado.
En el actual plantel aurinegro ya no quedan vestigios de esa plantilla, aunque sí hay varios jugadores que han tenido que enfrentar sinsabores deportivos, como el descenso en otras entidades, e incluso a nivel general. Entre los primeros, por ejemplo, aparece Alejandro Camargo, quien perdió la categoría con Melipilla, aunque después destacó en Cobresal. También figura Sebastián Galani, quien no pudo en la U ni en la UC, pero en que el Barbón es todo un referente, al punto de portar la jineta de capitán. La fórmula tampoco es desconocida en el club. De hecho, en los noventa se recuerda la participación de figuras como Pedro González y Juan Carreño, quienes encontraron en el club un nuevo impulso. Más acá en tiempo, referentes como Esteban Paredes, Mauricio Pinilla y Jean Beausejour vistieron la camiseta aurinegra.
Sin embargo, el caso más emblemático en ese sentido es el de Cabral, quien llegó al club después de conseguir una autorización de la justicia argentina, en el marco del cumplimiento de la sentencia por el delito que lo condenó a nueve años y medio de presidio, de los que estuvo encarcelado la mitad. Ese factor tiene ocupada incluso a la ANFP, que agota gestiones para que pueda ser considerado en la Copa América. Estados Unidos, el organizador del certamen es particularmente receloso con el ingreso de personas que registren antecedentes penales. De hecho, frente a ese lío, el foco más viable es que se consiga la certeza de que Cabral no sufrirá inconvenientes en alguna visita relacionada con las Eliminatorias.
Puertas cerradas
En Coquimbo aseguran que no han recibido acercamiento alguno por sus principales figuras desde alguno de los grandes. Más específicamente, en el caso de Cabral, Ramírez fue contundente. “No tiene ninguna lógica que mandemos bajo ninguna circunstancia a un jugador nuestro a un equipo rival potencial. Insisto, Luciano tiene una cláusula específica que, en teoría, lo facultaría para que si llega una propuesta la evaluemos. Pero la cláusula tiene un valor, que más o menos se ha dicho en la prensa, pero tiene algunos aumentos subjetivos que podríamos nosotros impedir la salida del jugador”, estableció a la radio Cooperativa.
En esa línea, insistió: “Tenemos algunas alternativas para manejar y tratar de bloquear la salida y créanme que lo vamos a hacer. Vamos a intentar por todos los medios de que Luciano se quede con nosotros y si se va, que no se vaya a un equipo chileno”.
Apuro por vender a Cabral o a otros jugadores no existe. “He dicho públicamente nos han llamado y hemos tenido conversaciones con equipos extranjeros. Igualmente no queremos que se vaya Luciano, porque afortunadamente Coquimbo tiene una situación económica muy estable. Estamos muy ilusionados con lo que hemos hecho todos los años, entonces no queremos que se vaya, pero eventualmente si hubiera un equipo extranjero y son cifras distintas, nos podríamos abrir la posibilidad”, especificó.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.