La fuga del petróleo

Luis Rojas es uno de los valores más promisorios de la cantera de la U y, sin embargo, puede dejar el club antes de consolidarse con su camiseta. Hernán Caputto se resiste a verlo partir, pero el caso es complejo.

La dinámica, en todo caso, no es nueva. La fuga de talento joven ya tiene varios ejemplos. Como el del arquero, también azul, Gonzalo Collao, quien a fines de año, partirá al Extremadura. Los laicos también lamentan los de los argentinos Valentín Castellanos, hoy figura en el New York City FC, de la MLS, y de Nazareno Solís, quien volvió a su país para defender a Talleres y atrajo la atención de Boca Juniors. Hoy está en Aldosivi.

Probablemente, el ejemplo más paradigmático sea el de Bryan Rabello. En junio de 2012, AIM, la empresa que ha guiado su carrera, se lo llevó al Sevilla. Colo Colo, que lo había moldeado, y en cuyo primer equipo había debutado a los 15 años, recibió apenas US$ 400 mil, por los derechos de formación. Muy poco para lo que pudo haber recaudado por su valor de mercado. El paso siguiente, al Deportivo La Coruña, fue cifrado en US$ 3,3 millones. Rabello fue protagonista de varias operaciones que superaron los US$ 1,5 millones. El Cacique no vio un peso más.

La misma firma es la responsable del fichaje de Pedro Campos en el Necaxa, con el que mantiene una estrecha relación comercial. Su caso difiere del de Rojas solo en que el delantero de origen cubano ya había disputado el Mundial Sub 17 de India. De la UC se fue sin despedirse, hastiado por lo que consideró falta de apoyo ante una situación crítica: una operación de cartílagos en la rodilla izquierda que, según su testimonio, los cruzados no le ayudaron a pagar. La UC respondió que fueron sus cercanos quienes decidieron operarlo a nivel particular. Tampoco lo satisfizo la propuesta salarial: $ 350 mil pesos. Campos no suma minutos en esta liga azteca y sus presencias se remiten a 16 minutos en la Copa.

Mucho más atrás, hay un caso que involucra a un histórico de la Generación Dorada: Mauricio Isla. El Huaso se formó en la UC, pero ni siquiera alcanzó a debutar por los cruzados en Primera División. Después del Mundial de Canadá, pasó directamente al Udinese, su puerta de entrada a Europa.

En San Carlos de Apoquindo parecen haber aprendido la lección. Cruzados blindó a las principales joyas de su cantera: Gonzalo Tapia, Patricio Flores, Cristóbal Finch, Clemente Montes, Vicente Bernedo y Marcelino Núñez. ¿Qué hizo el club de Las Condes? Ofrecerles sus primeros contratos profesionales, de acuerdo a un valor estándar, que persigue evitar diferencias. Todos hasta el 30 de junio de 2022 lo que, en alguna medida, garantiza que antes de partir al extranjero, una puerta que se puede abrir por sus prometedoras condiciones, alcancen a demostrarlas en la escuadra de Las Condes. O, visto de otro modo, que si alguien quiere llevárselos, que los de la franja reciban la compensación correspondiente.