Everton y Palestino repartieron puntos en un entretenido duelo que terminó igualado a dos goles en el estadio Sausalito de Viña del Mar. Sin embargo, el final estuvo lleno de polémica por el arbitraje de Nicolás Millas, quien no dejó una buena impresión en el conjunto árabe.
Misael Dávila, una de las figuras del conjunto de colonia, fue durísimo con el deficiente cometido del juez, quien cobró dos penales a favor del cuadro local, siendo el último el más polémico tras cobrar una mano de Agustín Farías, en circunstancias en la que se ve destabilizado por un falta en ataque de Jorge Espejo y porque el balón da primero en la cabeza y luego en el brazo.
“Cobra ese penal que no se de dónde lo saca. Pero bueno, eso es de otro partido. Los dos penales que nos cobran...”, señaló Dávila, quien no se quedó en eso solamente. “Creo que el arbitraje no está siendo bueno en el fútbol chileno, así que hay que mantener algunos resguardos, porque estamos jugando de repente hasta con 14 o 15 jugadores”, expresó.
El mentado penal pudo significar el 3-2 para el conjunto ruletero. No obstante, el portero César Rigamonti estuvo brillante yendo abajo para contener el lanzamiento de Rodrigo Echeverría, y sentenciar un empate que poco les sirve a ambos equipos para salir de la medianía de la tabla, donde actualmente se encuentran.