De la galería a un gol histórico
En dos años, Harry Maguire pasó de alentar a la selección inglesa en las tribunas a anotar el tanto que abrió la ruta para meter a los Tres Leones en semifinales.
¿Habrá imaginado Harry Maguire, mientras veía como hincha en las tribunas del Allianz Rivera de Niza la eliminación de Inglaterra de la Euro 2016, que dos años después la vida le tendría preparado un cambio radical en su carrera como futbolista?
¿Habrá soñado el zaguero de 25 años con el tanto que ayer abrió la ruta para que los Tres Leones se metieran dentro de los cuatro mejores de un Mundial tras 28 años? ¿Habrá pensado en dejarlo todo cuando era despreciado por el Hull City en 2015? El tiempo lo dirá. Lo cierto es que la de Maguire, es una historia de esas que emocionan. Y que buena parte de "culpa" la tiene el técnico Gareth Southgate.
Antes del gol de ayer, eso sí, tuvo que remar mucho para llegar donde hoy está.
Su carrera profesional comenzó en 2011, en el Sheffield United de su ciudad natal. Ahí alcanzó a jugar hasta mediados de 2014. El Hull City puso sus ojos en él. Traspaso importante, pero también el gatillante de los momentos más difíciles en su carrera. Llegó como promesa, pero nunca encontró la regularidad que buscaba.
Es más: durante 2015, como el elenco dueño de su pase no lo tenía en sus planes, lo mandó a préstamo al Wigan, donde en un año apenas jugó 16 cotejos. Del talento que tanto se esperaba poco se veía y todo apuntaba a que su carrera iría, como la de muchos otros, a quedarse sólo en promesas.
Sin embargo, el joven Harry decidió retornar a Hull City y la peleó hasta que logró mostrarse y que el Leicester City lo quiso entre sus filas a mediados de 2017. Ahí es uno de los pilares. En el equipo azul ha jugado 44 duelos en un año y suma dos tantos. Eso le valió ser convocado a la selección inglesa, con la que apenas lleva 10 partidos jugados (cinco de ellos en Rusia).
Su relación con Inglaterra, eso sí, comenzó dos años antes. Como un fanático. Como esos que sueñan con algún día dejar las tribunas para ser ellos el foco de atención.
Con un grupo de amigos viajó a la Euro 2016 para ver en vivo a su selección. La siguió de principio a fin, hasta la eliminación en octavos de final a manos de Islandia. Se prometió él defenderla algún día.
Y esa promesa la cumplió tan solo un año después, nada menos que por Eliminatorias. En su afán de buscar nuevos valores, Southgate le entregó toda la confianza. Y tras cinco partidos decidió llevarlo al Mundial. Ahí, Maguire responde con creces. Y hace realidad el sueño que empezó viendo como fanático a su selección.
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