La selección uruguaya tiene un plus, un factor X que le permite sobresalir. Puede que a la vista no resalte su idea de juego, pero su efectividad no está en discusión. La Celeste nuevamente se codea entre los mejores del mundo. Eliminó a Portugal y está entre los ocho mejores de Rusia 2018.
Uruguay llegó a la ronda de 16 mejores con una envidiable comodidad: tres triunfos y cero goles en contra. Sostenido en un patrón que perdura en el tiempo brindándole satisfacciones, con matices, el Maestro Tabárez arma un equipo con oficio, amparado en una defensa confiable y una dupla ofensiva de élite. Al otro lado, Cristiano y su anhelo de ser la estrella de la Copa del Mundo, esa en la cual Messi se había despedido más temprano.
El elenco charrúa no requiere de elaboración ni de posesión de pelota para hacer daño. Aquello se vio en el primer tiempo, porque con una combinación de sus delanteros, abrió la cuenta. Centro venenoso de Luis Suárez y Edinson Cavani, quien asomó por las espaldas de Fonte y Guerreiro, cabecea con el hombro para batir a Rui Patricio. Pura emoción para el ariete del PSG, el segundo artillero histórico de su combinado.
El control del balón fue de los portugueses, tratando de abrir la cancha de manera incesante. Movían la pelota de un lado a otro pero sin profundidad. Uruguay regalaba espacio para que el rival avanzara. Su zaga impedía cualquier acción de peligro a favor de los lusos. En otras palabras, la disciplina táctica del plantel de Tabárez anulaba cualquier intento de Cristiano, Bernardo Silva y compañía. El juego estaba a la medida del vencedor. La única opción que tuvo CR7 en los primeros 45' (y en el partido) fue un tiro libre que dio en la barrera, a los 32'. Y un tiro desviadísimo casi al final.
El complemento empezó en la misma sintonía, con un Portugal dueño del trámite y Uruguay esperando. El premio para el campeón de Europa llegó por arriba. Luego de un tiro de esquina, Pepe cabecea para el 1-1, saltando libre detrás de Giménez y de Godín, que custodiaban a CR7. Era el fin de la valla invicta de Fernando Muslera en el Mundial.
Ese tanto no amilanó la estrategia uruguaya. De hecho, volvió a encontrarse en ventaja siete minutos más tarde, gracias a otra aparición estelar de Cavani. Todo nace de un mal rechazo de Pepe. Bentancur asiste al 21 celeste, quien saca un gran remate de derecha. La figura de la cancha salió lesionado, pero con la gloria en sus pies. Tanto el goleador como Suárez fueron el ejemplo notorio del sacrificio del equipo. Todos con el overol.
Portugal no cambió el libreto y siguió tratando de entrar por afuera, sin éxito. Uruguay blindó su área para cerrar el resultado. Aguantó y festejó. La selección del Maestro enfrentará a los franceses en cuartos de final, el próximo viernes en Nizhny Nóvgorod. La garra charrúa está muy viva.