Mientras Charles Aránguiz prepara el balón para servir el centro al área, Alexis Sánchez camina hacia los defensores argentinos mirando a Gary Medel. El tocopillano está inquieto, como recordando paso a paso una jugada ya ensayada en la previa al duelo. Vuelve a centrar su mirada en el formado en la UC, quien viene por su espalda. Se da vuelta para darle una instrucción. El Pitbull responde, a lo que el tocopillano mueve las manos como explicando lo que está por venir. Pulgar, quien también aparece por detrás, recibe las instrucciones del Niño Maravilla. El pitazo del juez interrumpe el diálogo.
Lo que viene después ya es conocido por todos. Aránguiz centra el balón, Medel pivotea y Alexis aparece solo frente a la portería Argentina para empujar el balón y sellar la igualdad en el estadio de Santiago del Estero. Los abrazos se multplican para AS7, el autor del gol, y Medel, quien entendió la jugada de manera perfecta para habilitar a su compañero de tantos años en la Roja.
La Generación Dorada vuelve a decir presente vistiendo la camiseta de la Roja. Ayer, en la jugada del gol, tres jugadores clave en el proceso de la Selección terminaron dándole la igualdad a Chile. Aránguiz, Medel y Alexis, la misma columna vertebral que llevó a Chile al Mundial de Brasil 2014 y que consiguió las dos Copa América para Chile, demuestran que siguen mandando en un equipo que parece no querer apurar el recambio. O, al menos, según quedó demostrado anoche, un recambio que sigue sin ser una necesidad para Lasarte y su cuerpo técnico. Medel, pese a la poca continuidad que arrastra desde Italia, por las constantes lesiones que lo han marginado de los duelos del Bologna, dejó en claro que nadie amenaza su titularidad. Poco importa su edad, su rendimiento en su club o las críticas que pueda recibir. Vestido de rojo nada vale para hacerlo decaer.
Alexis reconoció la labor que hoy ejercen en el Equipo de Todos. Ya no son unos niños sino los encargados de dejar un legado. “Sirve para aprender, crecer y darle confianza a los nuevos jugadores, a los más jóvenes y a los que vienen atrás. Jugamos con Argentina dos Copas y hay que seguir creciendo. Creo que nos hemos estancado un poco y creo que somos el ejemplo para los que vienen de atrás”, señaló.
En la portería, Bravo tampoco quiso quedarse ajeno del partido de sus compañeros. El portero de Real Betis vuelve a demostrar que su puesto no está en disputa. Con una tapada a Lionel Messi, en un tiro libre que iba al ángulo, el nacido en Viluco se ganó los elogios hasta de la prensa transandina. Bravo, capitán de la generación Dorada, cumplió a cabalidad con lo que Lasarte y el cuerpo técnico esperaba. Su rol de líder hoy no está en duda, pese a los dos años que estuvo lejos de la Roja. En el camarín, ya nadie se acuerda de la disputa con Vidal. Lasarte valora la seguridad que le entrega el capitán. “Tenemos la sensación que el arco de Chile está bien cubierto, más allá de la actuación de Claudio hoy día”, sentenció.
Los históricos se dividen con la Generación Dorada
“Lo veo esperanzador. Hace un año hablamos del recambio y no se veía nada. Uno que otro jugador. La generación Dorada sacó ayer la cara nuevamente. La experiencia y la calidad también. La sapiencia de Medel para manejar el fondo, para qué hablar de Bravo, esa tapada espectacular. Aránguiz en el mediocampo, Alexis siempre en lo suyo. Son jugadores con edad pero que mantienen su calidad”, dice Leonardo Véliz, exseleccionado de la Roja.
Para el exdelantero, sin embargo, la Roja debe volver a sus raíces más ofensivas. “Chile cumplió bien defensivamente. Contra Uruguay también, pero no tenemos volumen ofensivo. El cerebro no es Vidal, aunque sea antipopular. Vidal es ganas, es rigor. Chile es un equipo monotemático. Las jugadas de riesgo salen de una pelota detenida, de un córner, de un tiro libre. Eso te demuestra lo que Chile es hoy”, revela.
Sergio Navarro, capitán de la Roja de 1962, llama a la calma. No le da tanto crédito a la generación dorada: “El problema fue el partido de anoche. Otra vez se creyeron que eran los mismos que antes. Desgraciadamente, no es así. El tiempo está pasando. Estos cabros hace cuatro o cinco años eran muy superiores. Hay que acordarse de lo que jugaban estos cabros. Ahora quieren demostrar que son buenos, lo hacen, pero han perdido la profundidad”, señala el histórico.
El defensor, sin embargo, valoró la presentación de Chile. Pero pide un cambio en el juego de la Roja: “Chile estuvo en un nivel muy bueno. Argentina menos de lo que es Argentina de siempre. Ahora los argentinos no son un temor para nadie, es un rival ganable. Anoche lo pudo haber ganado cualquiera. Nos falta un par de delanteros, nos falta profundidad. Teníamos control de mediocampo, pero no sé si es Chile o todos los países que ahora controlan mucho la pelota y juegan hacia el arquero....Con esa idea es difícil que se ganen partidos. Antiguamente, Brasil y Argentina basaban su fútbol encarando al rival. Eran realmente de temer. Yo me acuerdo y me da miedo”, cierra.