El ambiente es pesimista, apegándose a la realidad y a la tabla de posiciones. El golpe fue durísimo, aterrizando cualquier optimismo que se tenía antes de ir al Maracaná. Lo concreto es que la derrota con Brasil dejó a la selección chilena con la única opción de clasificar al Mundial vía repechaje, dependiendo de otros resultados. En este escenario, Qatar 2022 se hace una quimera, lo que significaría una nueva decepción para la Generación Dorada de la Roja, que ya tuvo que ver Rusia 2018 (que era el Mundial de este grupo de jugadores) a distancia.
“Esto todavía no termina, tenemos chances. El que no cree, mala suerte. Tenemos mucha fe. Mientras tengamos chances, vamos a pelear hasta el final”, declaró un afectado Arturo Vidal después de la derrota con el Scratch. El volante del Inter terminó llorando en la cancha, suponiendo que el sueño mundialista se desvanece.
Independientemente al desenlace de la Selección en las Eliminatorias Sudamericanas, que se verá en la noche del martes en San Carlos de Apoquindo, la incertidumbre estaba instalada en el ambiente hace un rato largo, desde una vereda realista. ¿Qué viene después para la Roja? ¿Cómo se depara el futuro para el Equipo de Todos? Ya sea por el azar o por el trabajo formativo de antaño, Chile ha contado con un grupo de futbolistas que le dio competitividad al seleccionado por más de 10 años, que clasificó a dos Mundiales consecutivos y que le dio al fútbol chileno su más grande satisfacción en 100 años de historia: ser campeón de la Copa América (dos veces).
La columna vertebral de la Selección está en una etapa especial: entre el cierre de unas Clasificatorias llenas de altibajos y un futuro de escasas certezas en el combinado nacional. Claudio Bravo (38 años), Alexis Sánchez (33), Gary Medel (34) y Arturo Vidal (34) han sido la cara (mediáticamente hablando) y el sostén de la Roja por un decenio. Los llamados “superclase”, los europeos. Pero el tiempo pasa e inexorablemente varía, aunque se mantengan en grandes ligas del Viejo Continente. El peso específico de los experimentados de la selección nacional se sigue oyendo en Pinto Durán y son ellos los que siguen tirando del carro de la Roja, mientras se espera por la aparición del recambio. O la regeneración, como han denominado el entrenador Martín Lasarte y el director deportivo Francis Cagigao.
“A la Selección, hoy en día la sostienen sus individualidades... Nuestra realidad es que nunca más vamos a tener un Alexis (Sánchez), un Arturo (Vidal), un Claudio (Bravo); así como tuvimos a Marcelo Salas, Iván Zamorano, Elías Figueroa si vamos más atrás. Obviamente, son jugadores que salen una vez en la vida”, dijo Gonzalo Jara, actual zaguero de Coquimbo y una pieza clave en el seleccionado hasta hace poco, en Cooperativa.
El futuro
Si el camino al Mundial de Qatar acaba el martes frente a Uruguay, la pregunta caerá de cajón: ¿seguirán en el equipo? Hasta ahora, las señales son positivas, en el sentido de que los referentes se sienten con las ganas de continuar, mientras no aparezca un futbolista que les compita el puesto de igual a igual. La premisa en el seno de los bastiones es aquella: no irse hasta que otro sea capaz de quitarle la camiseta. Además, a Chile tampoco le sobran las alternativas. No se cuenta con un abanico amplio de elegibles como lo tienen Brasil o Argentina.
Arturo Vidal ha dicho públicamente que quiere continuar vistiendo la camiseta roja. “Seguiré luchando hasta que me dé. Hasta que me digan que ya no puedo estar en la Selección... No creo que esta sea la última opción de ir a un Mundial”, dijo en una entrevista con TNT Sports, esa misma que le trajo un problema con el Inter de Milán. “No dejaré el equipo, uno no puede abandonar el barco cuando las cosas están mal. Me veo jugando hasta que llegue un joven que se gane el puesto, que entre a la cancha y represente bien al país”, añadió, poniéndose en el escenario (hoy, muy probable) de la no clasificación.
Otro que abiertamente planteó su disposición a seguir es Gary Medel. El futbolista del Bologna lo reconoció después de la dolorosa noche del jueves. “Estoy igual como Arturo. Me siento bien. Físicamente, estoy en un gran momento. Siempre que me requiera la Selección, voy a venir. Hasta que me saque uno mejor y que se lo gane”, manifestó el Pitbull.
Alexis Sánchez no ha dicho públicamente cuál será su futuro en la Selección. Tampoco Claudio Bravo, el capitán del equipo. El factor etario puede incidir en lo que venga, toda vez que el golero del Betis cumple 39 años el próximo 13 de abril. Haciendo el cálculo, para el Mundial de 2026 tendría 43 años. En el caso de los arqueros se puede estirar la carrera, a diferencia de los jugadores de campo. Por tarjetas amarillas, Bravo quedó suspendido para el choque con los uruguayos. Entonces, en el Maracaná pudo haber disputado su último partido por Eliminatorias.
Si el oriundo de Viluco llegaría con 43 al 2026, Medel y Vidal lo harían con 38 años, mientras que Sánchez tendría 37.
Caso aparte es el de Lasarte. El vínculo del uruguayo con la Federación terminará diez días después de que el equipo nacional finalice su proceso para la próxima Copa del Mundo. Si no se clasifica, el contrato se acaba el próximo 8 de abril.
Los años dorados
Sea cual sea el devenir, los apellidos de los consagrados (así como otros) quedaron instalados en la página dorada del fútbol nacional. Además de lo que significó la consagración de las Copas América, los integrantes de este equipo se encargaron de romper cualquier marca existente en el seleccionado chileno. Solo un dato: entre los cuatro suman 566 presencias en la Selección. Los tres jugadores con más partidos en la Roja absoluta son Alexis (147), Medel (144) y Bravo (143). Vidal está quinto (132), siendo superado por Mauricio Isla, que se cuela cuarto (135). Los nueve con más juegos son de esta generación.
Para Bravo, el camino en la Selección comenzó antes, en 2004. El capitán acumula cinco Eliminatorias, desde Alemania 2006 hasta Qatar 2022. Es el jugador chileno con mayor cantidad de Clasificatorias a cuestas, junto a otro bastión: Jean Beausejour. En el caso de Sánchez, su estreno fue en 2006, y al año siguiente llegó el turno de Vidal y Medel. Estos tres compartieron en el Mundial Sub 20 de Canadá, el que terminó siendo la plataforma ideal para el cambio de timón que implicó el arribo de Marcelo Bielsa.
En este largo peregrinaje, el delantero de Tocopilla se constituyó en el máximo goleador de la Selección, alcanzando los 48 tantos (promedio de 0,33 por partido).
¿Es este el último baile de la Generación Dorada o el proceso se estirará más? El martes puede aparecer la respuesta.